Mexicanos más discriminadores que racistas

2, junio 2023

GERSON HERNÁNDEZ 

Los mexicanos discriminamos más a personas por estar tatuadas, forma de vestir, peinados (tipo punk o de la doble “P”), perforaciones, complexión física, estatura, opiniones políticas, manera de hablar y creencias religiosas; que por su clase social y tono de piel. Pero en México, hay muchos Méxicos y hay territorios que se caracterizan por ser más discriminatorios que otros; de acuerdo con la “Encuesta Nacional sobre Discriminación 2022” elaborada por el INEGI, al mando de Graciela Márquez. Pero mejor vamos por partes:

Poco tolerantes: Paradójicamente con todo y sus índices de seguridad, los habitantes de Yucatán, a cargo del panista Mauricio Vila, son los más discriminatorios; le siguen los creadores de las cemitas y el mole poblano, con Sergio Salomón Céspedes (Morena), en tercer lugar Querétaro con todo y sus parques industriales que gobierna Mauricio Kuri (PAN), en cuarta posición aquí sí #EsClaudia que con todo y sus conciertos gratuitos y viajes con el Escorpión Dorado, no puede evitar que la capital del país mejore en su tolerancia. Le siguen Jalisco, Guerrero, Estado de México, Veracruz y Tabasco, que muestra que no es un edén.

Tolerancia top. La tierra culichi es la menos discriminatoria, le sigue el territorio gobernado por Alfonso Durazo en Sonora, en tercer lugar Nayarit, y a pesar de muchos señalamientos en redes sociodigitales, Samuel García y Mariana Rodríguez gobiernan un Fosfoleón con buenas prácticas. Le siguen Campeche con todo y sus martes del jaguar; y después Chiapas y Chihuahua.

Recientemente en la revista Global UNAM se difundió una entrevista con Eugenia Iturriaga, de la Universidad Autónoma de Yucatán, hablando de libro Las élites de la ciudad blanca: discursos racistas sobre la otredad, donde afirmó que “en México el racismo es una cuestión estructural ejercida a diario y de la que nadie escapa; sin embargo, si alguien señala este hecho los mexicanos nos sorprendemos (y genuinamente) porque, desde muy pequeños, nos han repetido que ‘nosotros no somos racistas’”. Añade que al caminar por Paseo Montejo (me imagino) se observan espectaculares del sinfín de fraccionamientos que se construyen en el estado. Y de manera política e incorrectamente se anuncia: “¡Por los modelos ahí retratados cualquiera creería que pura familia noruega y rubia se mudará a esas casas!”

A 9 mil 80 km y a una velocidad de 700 kmpor hora se encuentra España, donde se generó información que nos muestra que la discriminación y racismo no son distintivas de nuestro país. Hace unos días el jugador de futbol brasileño Vinicius Jr. subió un posicionamiento a sus redes sociodigitales con los siguiente: “Cada ronda fuera de casa es una sorpresa desagradable. Y hubo muchos esta temporada. Deseos de muerte, muñeco ahorcado, muchos gritos criminales… El problema es muy grave y las comunicaciones ya no funcionan. Tampoco culparme para justificar actos delictivos. No eres futbol, eres inhumano”.

El delantero del Real Madrid denunció con diferentes vídeos que en muchos estadios de España ha recibido calificativos racistas. Esto, desafortunadamente, tampoco es nuevo, ya que otros jugadores latinoamericanos o afrodescendientes también han recibido estos insultos. Recordemos que el mexicano Hugo Sánchez fue calificado como “mariachi” e “indio”, y la única manera de revertir esos ataques fue ganando múltiples trofeos con el equipo blanco, entre estos sus pentapichichis.

No hay una receta de cocina para resolver la discriminación y el racismo. En México el patíbulo de Palacio Nacional es el escenario idóneo para disfrazar la lucha de clases con ataques racistas que lo único que muestran es el complejo de inferioridad de muchas y muchos mexicanos, donde parte del folclore nacional es señalar a los fifís y al pueblo bueno. En México donde los campos de futbol profesional son un espejo de muchas canchas amateurs y llaneras, donde llamar “indio”, “negro” o “Cirilo” se puede convertir en una manera políticamente incorrecta para convivir entre amigos, pero también puede mostrar el lado más crudo de la discriminación.

Comunicólogo político, académico de la FCPyS UNAM y Maestro en Periodismo Político

@gersonmecalco