Cuando se comparte una línea fronteriza de 3 mil 152 kilómetros de longitud es inevitable que exista una relación casi simbiótica entre dos vecinos. México y Estados Unidos han aprendido a convivir a pesar de la naturaleza intervencionista de los del Norte, que a mediados del Siglo XIX se apropiaron del 55% del territorio nacional —casi 77 mil kilómetros cuadrados—. Y no conformes, ahora, los estadounidenses le han arrebatado a los aztecas esas minúsculas victorias que sabían a consuelo cada vez que jugaban al futbol.
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La bola de nieve se originó precisamente en el primer mandato de Javier Aguirre al frente de la Selección Mexicana de Futbol cuando en los Octavos de Final de la Copa del Mundo Corea del Sur-Japón 2002, el Tricolor se daba por ganador sin haber siquiera jugado. Pero pagó muy caro el pecado de subestimar a su rival al sufrir la peor derrota de su historia por 0-2, herida que aun 22 años después duele danto como cuando Brian McBride y Landon Donovan celebraban sus goles con Rafael Márquez en las regaderas.
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— Selección Nacional (@miseleccionmx) October 13, 2024
Así celebró Alexis Vega (@Alexis_Vega9) nuestro primer gol de la tarde.
🇲🇽 1-0 @valenciacf pic.twitter.com/U7UJ7rvhnV
Históricamente, los del Norte han jugado un papel dominante sobre los mexicanos en prácticamente todos los ámbitos, pero al menos el futbol era el gran refugio de los del Sur. Ahora, poco queda de eso. “Pero al menos en futbol somos mejores”, solía ser un argumento que salvaguardaba un poco del orgullo nacionalista de este país cuando en alguna charla salía a colación el abrumador dominio del país vecino en casi todos los ámbitos.
Algo se rompió en el balompié nacional que los de las Barras y las Estrellas aprovecharon para tomarle la medida a sus rivales vecinos del Sur. Es tal el dominio que desde el 6 de septiembre de 2019 cuando el Tri se impuso por 3-0 en East Rutherford, Nueva Jersey, no ha vuelto a ganarle al US Soccer.
Este martes 15 de octubre, los mexicanos tienen la oportunidad de cuando menos terminar con la racha de más de cinco años sin ganar contra el USMNT. Al ser locales y contar con el apoyo absoluto del Estadio Akron, el escenario parece propicio para cerrar de una vez por todas con esta hegemonía que aunque ha incluido partidos oficiales y este no es sino un amistoso, sería un buen paso para superar esta barrera psicológica que cada vez parece más difícil de superar.
La mencionada racha invicta de los estadounidenses abarca siete juegos en los que registran una contundente foja de cinco victorias, dos empates y ni una sola derrota en ese lapso contra los verdes, que se medirán por primera ocasión ante el nuevo entrenador de Estados Unidos, el argentino Mauricio Pochettino, quien se reencontrará con Aguirre, con el que perdió en dos de las tres ocasiones que se enfrentaron cuando ambos dirigían en la liga española, uno al frente del Espanyol y otro con el Zaragoza.
De hecho, curiosamente, el 28 de noviembre de 2012, ‘El Vasco’ firmó con el Espanyol para suplir a Pochettino, quien abandonó el club periquito en el último lugar de LaLiga española. Ahora, ambos se encuentran en una posición en la que podrán ajustar cuentas pendientes del pasado, no solo por sus enfrentamientos directos, sino porque Aguirre Onaindia tratará de quitarse a toda costa esa espina clavada ante US Soccer de 2002.
El problema es que actualmente, la Selección Mexicana de Futbol no encuentra el rumbo ni siquiera con ‘El Vasco’ al frente. Si bien en su tercer mandato como técnico nacional se mantiene invicto con un triunfo, dos empates y ninguna derrota, el desempeño del equipo azteca ha sido igual de preocupante que en los últimos años con sus antecesores. Ahora ante Estados Unidos, el Tri tiene la encomienda de vencer a su más entrañable enemigo y convencer a una afición que ha explotado de hartazgo ante los pésimos resultados recientes.
Con ambos equipos en plena reconstrucción tras procesos pasados sinuosos, aztecas y estadounidenses se toparán las caras en el partido número 78 de su rivalidad. La Selección de México lidera la serie histórica con marca de 36 triunfos, 24 derrotas y 17 empates, aunque carga con la pesada loza de cinco años sin vencer a un oponente contra el que alguna vez duró 31 años sin perder.
La primera vez que estos dos rivales se enfrentaron, ocurrió en un partido de clasificación a un solo partido en Roma, Italia, tan solo unos días antes del inicio de la Copa Mundial de la FIFA de 1934, donde Estados Unidos se impuso. Aldo ‘Buff’ Donelli anotó cuatro veces para Estados Unidos en una victoria por 4-2. En el primer torneo clasificatorio para Brasil 1950, el Tri ganó ambos partidos en la Ciudad de México, 6-0 y 6-2. Eso dio inicio a la racha de más de tres décadas de dominio Tricolor.
Ahora es un lustro el que ha dominado EE.UU. a México, hegemonía que se forjó con una victoria por 3-2 en la prórroga en la Final de la Concacaf Nations League en el Empower Field de Mile High en Denver, Colorado, el 6 de junio de 2021, en un partido que se decidió con un par de tiros penales y exhibió una crisis de la que hoy aún no logra salir el cambiado nacional.
El presente dominio estadounidense sobre la Selección Mexicana de Futbol, no es sino el reflejo de lo bien que lo he hecho US Soccer —-al menos en comparación con el Tricolor— cuyos intereses económicos por encima de los deportivos han terminado por menguar su desempeño en el campo. En Zapopan, los dirigidos por Aguirre tienen en sus manos la posibilidad de cuando menos evitar otra vergüenza mexicana ante unos estadounidenses que ya se han quedado con prácticamente todo.




