México siempre abogará por la paz mundial y el fin de las guerras, respeto a los derechos de los migrantes y porque la próxima dirigente de la ONU sea mujer, así lo expuso el secretario de Relaciones Exteriores, Juan Ramón de la Fuente, en la 8ª y 9ª sesiones plenarias, en el marco del 80º periodo de sesiones de la Asamblea General de la ONU.

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En su discurso señaló que México abogará siempre por la solución pacífica de los conflictos, y por ello, rechaza las sanciones y los bloqueos comerciales que solo dañan el bienestar de los pueblos y no construyen regiones ni de paz ni de prosperidad.

Sin ambages, refrendó la posición en contra del bloqueo a Cuba, e hizo el llamado a eliminar a este país de la lista de aquellos que apoyan al terrorismo.

Mencionó que México tiene un compromiso indefectible con los derechos humanos, las libertades y la no discriminación en el mundo.

Condenó el clasismo, el racismo y cualquier forma de discriminación, incluida la discriminación por diversidad sexual e identidad de género.

Además, dijo que rechazamos la criminalización de las personas migrantes, que por alguna causa han tenido la necesidad de dejar sus hogares y buscar refugio o escapar de condiciones de injusticia o pobreza.

“Para nosotros, las y los migrantes son personas con derechos que cuidan de sus familias, y contribuyen, con su esfuerzo, a enriquecer y fortalecer sus comunidades de acogida. Sólo entendiendo el fenómeno y atendiendo sus causas estructurales podremos avanzar hacia un esquema de colaboración global y regional, que nos permita avanzar hacia una movilidad más segura y ordenada”.

Juan Ramón de la Fuente mencionó que no quede duda alguna: “México no dejará de velar por la atención y protección de las y los mexicanos que se encuentran fuera de nuestro país, y quienes merecen todo nuestro apoyo y toda la asistencia que requieran”.

Asimismo, mencionó que corresponde a la comunidad internacional poner un alto a la carrera armamentista, no sólo de las armas nucleares, también al tráfico ilícito de armas de fuego y a la vorágine del gasto armamentista que alimenta la pobreza y exacerba el conflicto.

Frente a la estrepitosa proliferación de las armas hay que anteponer la política, la mediación, la diplomacia, el derecho y el diálogo.

Expresó que las Naciones Unidas deben jugar un papel mucho más activo en la prevención y solución de los conflictos y el multilateralismo debe volver a ser el espacio en el que se diriman las controversias.

El canciller mencionó que hay que reivindicar el derecho internacional junto con los derechos humanos. Si en verdad queremos evitar la proliferación de conflictos que impactan la vida y la dignidad de las personas debemos respetar el derecho internacional, incluidos el derecho internacional de los derechos humanos y el derecho internacional humanitario.

Esto, sea en el Medio Oriente, Europa, África, América Latina o cualquier otro lugar del planeta, la guerra tiene un saldo de sufrimiento intolerable que amenaza con una escalada bélica aún mayor y profundamente destructiva a nivel global. Las guerras en Gaza, en Ucrania y en todos los otros lugares donde ocurren, tienen que parar ya.

México insiste en el llamado urgente al cese al fuego para alcanzar siempre una solución negociada, con la participación de todas las partes directamente involucradas.

También confió en que la próxima secretaria general de la ONU sea una mujer de esta región, para acelerar el proceso de transformación con el objetivo de asegurar la paz y la justicia, el bienestar y la libertad de las personas, la sostenibilidad del planeta y la prosperidad compartida.

“En México es tiempo de mujeres y nos ha ido muy bien. Pensamos que, en la ONU, es también tiempo de mujeres”, concluyó.