MARTÍN AVILÉS

Foto: Mexsport

La Copa Oro es para México una peligrosa oportunidad de redención. Luego de la catástrofe ocurrida en las semifinales de la Nations League, cuando Estados Unidos dinamitó el efímero proceso de Diego Cocca, la Selección Mexicana de Futbol tiene una revancha —más moral que deportiva—en la misma instancia, pero ahora ante la peligrosa Jamaica en el torneo magno de la Concacaf.

Ganar es una obligación para el entrenador interino Jaime Lozano y sus pupilos, si es que como grupo pretenden tener un respiro a la sofocante fumarola de críticas originada desde incluso antes de que el Tri quedara eliminado en fase de grupos del Mundial de Qatar 2022 y se tocara fondo. A nivel personal, ‘Jimmy’ tiene una oportunidad más para demostrar que posee los argumentos necesarios para mantenerse en el cargo, toda vez que se encuentra en un espinoso periodo de prueba en donde el más mínimo error podría costarle caro.

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El director técnico ganador de la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 tiene marca de tres victorias y una derrota al frente de la selección azteca, con nueve goles a favor y dos en contra; números que de poco o nada le servirán si no cumple con el objetivo único de devolver a México a lo más alto del área a como dé lugar y por más que la Copa Oro haya perdido su brillo.

Dicen que lo que pasa en Las Vegas se queda en Las Vegas, pero los inquisidores ojos de los detractores del Tricolor y la cada vez más exigente afición, cansada de este espiral de decepciones, estarán pendientes de lo que pase en el Allegiant Stadium. México llegó hasta este punto luego de vencer 2-0 a Costa Rica en el AT&T Stadium, en tanto, los jamaicanos echaron a la Guatemala de Luis Fernando Tena en la ronda previa para citarse con el cuadro azteca.

La selección mexicana domina cómodamente el historial ante los Reggae Boyz con una marca de 19 triunfos, cinco empates y solo tres derrotas, pero desde 2017, las cosas han cambiado drásticamente. Y es que cada vez es más notorio el crecimiento futbolístico de los jamaicanos, a tal grado, que, desde ese año, se han visto las caras en seis ocasiones con foja apenas favorables para los aztecas, que ganaron dos partidos a cambio de tres empates y una derrota.

Ese descalabro fue por demás doloroso, pues ocurrió precisamente en la misma instancia de las semifinales de la Copa Oro, pero de 2017, cuando los caribeños sorprendieron al otrora ‘Gigante de la Concacaf’ gracias a un gol de Kemar Lawrence en la agonía del encuentro.

Edson, en duda

Como si no fuera suficiente con la alta presión que rodea el devenir de ‘Jimmy’ y del equipo nacional, el experimentado mediocampista del Ajax, Edson Álvarez, está en duda para jugar la semifinal, pues no entrenó al parejo de sus compañeros un día antes del cotejo y tuvo que trabajar por separado, muy probablemente, debido a las molestias que le aquejan desde el encuentro ante Costa Rica, cuando se vio obligado a salir de cambio.

El mediocampo mexicano ya sabe lo que es jugar sin el canterano americanista en esta Copa Oro, ya que en el debut ante Honduras, Álvarez fue utilizado como defensor central por Lozano ante la ausencia de César Montes por suspensión y fue Erick Sánchez quien tomó el lugar de Edson como pivote.

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Es así como, pese a tener algunas dudas en el dibujo táctico y a pesar de cargar con la pesada loza de un pasado reciente desfavorecedor, la selección mexicana tratará de exorcizar cuanto demonio le ronda y así demostrar que por más que crezcan sus rivales del área, sigue siendo un gigante capaz de salir de cualquier agujero, por muy profundo que parezca.