El canciller Juan Ramón de la Fuente afirmó que la cooperación marítima requiere bases legales firmes y coordinación regional, al intervenir en la reunión ministerial del G7 en Niágara, Canadá. Expuso que la conectividad marítima solo podrá consolidarse mediante el desarrollo de capacidades conjuntas y la aplicación de marcos legales compatibles con el derecho internacional, de modo que se respete la soberanía de los Estados sin frenar la colaboración entre naciones.

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De la Fuente planteó que las operaciones conjuntas para combatir el tráfico ilícito y otras actividades ilegales en los mares deben ajustarse estrictamente al derecho del mar, con mecanismos de supervisión internacional y participación equitativa. Argumentó que la observancia de estas normas refuerza la seguridad global y evita la fragmentación de los espacios marítimos como escenarios de conflicto.

Concluyó la reunión ministerial del G7 en Niagara, Canadá en la que asistió el canciller Juan Ramón de la Fuente. Junto con los ministros de Relaciones Exteriores de Alemania, Reino Unido, Francia, Arabia Saudita, Italia, Japón, Estados Unidos y Corea del Sur, entre otros. pic.twitter.com/RbTTIGeClk

— Relaciones Exteriores (@SRE_mx) November 13, 2025

En su intervención, el canciller sostuvo que la posición de México se apoya en los principios constitucionales de política exterior: la solución pacífica de controversias, la cooperación internacional para el desarrollo, el respeto a la soberanía y la defensa del derecho internacional. Subrayó que estos principios han permitido al país mantener un papel constructivo en la escena multilateral, tanto en Naciones Unidas como en organismos regionales.

La Secretaría de Relaciones Exteriores informó que el canciller estuvo acompañado por Roberto Velasco, subsecretario para América del Norte, y que la participación mexicana en la reunión del G7 buscó promover el uso sostenible de los mares, además de fortalecer los compromisos globales frente a la contaminación marina y la seguridad de las rutas comerciales.

El mensaje del canciller coincidió con una escalada militar en el Caribe. El USS Gerald R. Ford, el portaaviones más grande y avanzado de la Armada estadounidense, fue trasladado a la región junto con tres buques de guerra, en la mayor concentración naval estadounidense en décadas.

Según la Marina de Estados Unidos, las unidades se encuentran en el Atlántico occidental y suman más de 15 mil efectivos. El despliegue se efectuó casi tres semanas después de que el secretario de Defensa, Pete Hegseth, ordenara su traslado desde el Mediterráneo oriental.

Desde principios de septiembre, el Ejército estadounidense ha llevado a cabo al menos 19 ataques contra buques sospechosos de narcotráfico en el Caribe y en las costas del Pacífico latinoamericano, con un saldo de 76 personas muertas.

El movimiento militar amplía la capacidad de Estados Unidos para atacar embarcaciones sospechosas o blancos en tierra dentro de Venezuela, mientras el gobierno de Donald Trump evalúa nuevas medidas relacionadas con Nicolás Maduro.