La secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Alicia Bárcena Ibarra, presentó en Brasil la actualización del compromiso climático de México y dijo que esta nueva NDC 3.0 responde a una realidad evidente: las lluvias son más intensas, los huracanes más destructivos y las sequías más largas, lo que deja a comunidades enteras sin tiempo para recuperarse.

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Ante ese panorama, dijo, México colocó un apartado específico sobre pérdidas y daños, porque cada desastre deja familias que en segundos pierden viviendas, cosechas o ingresos y que necesitan apoyo inmediato, no trámites largos o promesas aplazadas.

En su mensaje, Bárcena afirmó que esta COP debe servir para hablar con claridad y sin evasivas, pues los daños ya no son advertencias futuras, sino hechos que afectan la vida cotidiana en todo el mundo.

Explicó que México está pidiendo que el financiamiento internacional sea real, fácil de acceder y libre de condiciones que terminen por detener proyectos urgentes, a la vez que solicitó una cooperación tecnológica que permita a los países más pobres enfrentar la crisis sin tener que sacrificar su crecimiento ni aumentar sus desigualdades.

La funcionaria mexicana explicó que México fijó límites específicos a sus emisiones contaminantes hacia 2035 y que estos límites cambian según el nivel de apoyo internacional que reciba el país.

Añadió que la ruta mexicana incluye cuidar mejor los recursos naturales, proteger un tercio del territorio para 2030, recuperar zonas dañadas y apostar por soluciones basadas en la naturaleza, además de impulsar una transición energética y social que responda a las necesidades de los sectores productivos sin cargar los costos sobre las comunidades.

Bárcena detalló que esta actualización fue resultado de un proceso donde participaron comunidades, organizaciones, especialistas, mujeres, jóvenes y sectores económicos, lo que permitió integrar una mirada más completa sobre el impacto real del cambio climático en regiones que ya viven pérdida de agua, afectaciones a la agricultura o riesgos a la salud.

La secretaria también intervino en encuentros sobre descarbonización industrial y acompañó junto con Guatemala y Belice la presentación del Corredor Biocultural de la Gran Selva Maya, donde insistió en que la conservación sólo es posible si se coloca en el centro a las comunidades que conocen el territorio.

Señaló que la cooperación internacional puede ser una herramienta para fortalecerlas, apoyar sus saberes y consolidar una gestión ambiental que asegure la sobrevivencia de uno de los sistemas naturales más importantes del continente.