JOSÉ ANDRÉS DÍAZ

Foto: Oswaldo Figueroa

La Selección Mexicana enfrentará este viernes a las 20:00 horas, el partido de Ida por los cuartos de final de la Liga de Naciones de Concacaf, ante la Selección de Honduras en Tegucigalpa, capital del país centroamericano, en una serie que también entregará el boleto a la Copa América 2024 en Estados Unidos.

El partido será en el Estadio Nacional José de la Paz “Chelato” Uclés, al que el Tri, ahora dirigido por Jaime Lozano, vuelve luego de exactamente 30 años, ya que la última vez que jugó en ese escenario fue en el año de 1993, en las eliminatorias para el Mundial de 1994, partido que México ganó por 1-4 con goles de Alberto García Aspe, Luis Flores, Luis García y un autogol catracho.

Se sabe la amplia rivalidad que Honduras tiene con México, exclusivamente hablando de términos futbolísticos, ya que a lo largo de la historia, se han enfrentado en 42 ocasiones, de las cuales 26 han sido victorias para el Tri, por nueve empates y siete derrotas; una clara superioridad mexicana por encima de la H.

Pero más allá de los números, de los equipos que se presentarán en la cancha del “Chelato” Uclés y el antecedente de hace treinta años, ese estadio cuenta su propia historia aparte, ya que fue construido en los años en que Honduras atravesaba por un momento muy difícil de su historia: la dictadura mejor conocida como el “Régimen del Cariato”.

Casi 75 años duró el Estadio Nacional con el nombre de un dictador

El Estadio Nacional, ahora llamado “Chelato” Uclés, apenas fue rebautizado con el nombre de su mejor entrenador de fútbol de la historia. De ahí, que en febrero del 2022, se aprobara que ese recinto fuera rebautizado con el nombre de José de la Paz Uclés, tras haber llevado otro por más de siete décadas.

Ese otro era el del militar, abogado y político Tiburcio Carías Andino, quien además de haber sido presidente de Honduras desde 1933 hasta 1936, posteriormente se convirtió en un dictador, mismo que se mantuvo en el poder hasta el año de 1949.

En aquellos años, Honduras atravesaba los estragos de inestabilidad que dejaron dos guerras civiles, una que comenzó en 1919 y otra que comenzó en 1924; en las dos, Carías Andino tuvo distintos puestos tanto militares como políticos, que le fueron ayudando para ascender hasta convertirse en presidente de la nación centroamericana primero en 1924 y posteriormente en 1933 ya definitivamente, ocasión en la que posteriormente se convirtió en un dictador.

Ello, porque en 1936, un año antes de que terminara su mandato oficial, modificó la Constitución Política de Honduras para poder reelegirse, además de declarar a la oposición encabezada por el Partido Comunista de Honduras, como ilegal.

A partir de ese momento, el país centroamericano entró a una de sus etapas más oscuras, en la que hubo muchísima represión política, persecución, censura a la libertad de expresión, violencia y muerte; todo ello, sopretexto de que se debía mantener la estabilidad política y social de Honduras, tras varios años de intentos de golpe de estado, amén de alinearse con el imperialismo de Estados Unidos, al cual el dictador Carías Andino era muy adepto.

Durante su dictadura, conocida como el “Régimen del Cariato”, el general Carías Andino, inauguró el 15 de marzo de 1948 el Estadio Nacional bajo su nombre, toda vez que Honduras no tenía un recinto deportivo importante, como sí lo tenían otros países en centroamérica. Un año después, el militar y dictador fue derrocado, pero el nombre en el Estadio Nacional se quedó por un total de 74 años hasta el 2022 que el gobierno hondureño anunció que sería rebautizado.

En ese Estadio Nacional, considerado como la mejor cancha que tiene Honduras en todo su territorio nacional, juegan en la actualidad el Club Deportivo Olimpia y el Club Deportivo Motagua, ambos de la Primera División de ese país.

Además de la Selección de Honduras, que acostumbraba a jugar en el Estadio Olímpico Metropolitano de la ciudad de San Pedro Sula.

Honduras busca cambiar su suerte ante México en Tegucigalpa

Y es que tanto porque el Estadio Nacional tiene mejor campo, como también porque los resultados en San Pedro Sula no han sido buenos las últimas veces que ha ido México a ese país, fue que Honduras decidió cambiar el escenario a la capital Tegucigalpa, ello con la intención de que al fin le puedan ganar al equipo mexicano, sea en juego amistoso u oficial.

También porque la H no le gana al Tri desde hace seis largos años, cuando en juego disputado el 10 de octubre del 2017 en partido correspondiente a la última fecha de las eliminatorias para el Mundial de Rusia 2018, la escuadra local doblegó 3-2 a México, en un equipo que entonces dirigía el colombiano Juan Carlos Osorio, mismo que con esa derrota perdió el invicto en el Hexagonal.