GABY SALIDO
Terminada la jornada electoral del pasado domingo, los grupos internos de Morena comenzaron a cerrar filas en apoyo a su “corcholata” presidencial favorita.
Quienes integran la 4T igualan su precampaña a la sucesión de la corona en un reino, sin embargo hay muchas diferencias. Una de ellas, la cantidad de perfiles que se sienten llamados y con derecho a esa herencia.
Así comienza la primera batalla oficial por la corona guinda: no todos son igualmente conocidos por la ciudadanía a nivel nacional, ni gozan del mismo nivel de aceptación. El reto en su partido es lograr “piso parejo”.
Mientras intentaban mandar un mensaje de unidad, realmente daban las reglas internas del juego, y tal como en caudillismo disfrazado de democracia, su jefe supremo López Obrador, pidió que renunciaran a sus cargos.
Solamente hay un detalle: no todos pueden renunciar. Quienes ocupan cargo de elección popular deben pedir licencia y cerrar sus compromisos públicos antes de hacer maletas de campaña, ¡pequeña minucia!
Más de uno estaba confiado en conservar el reflector público, pues ocupar su cargo hace que la gente los conozca, dejarlo, significa apagar las luces del escenario político antes de tiempo.
Astuto, un miembro del gabinete anunció de inmediato la fecha de su renuncia, tomando la delantera en la competencia.
Cual cucharada de su propia medicina cayó el anuncio del todavía canciller Ebrard, pues para algunos equipos morenistas, fue un albazo.
Las reacciones entre los suspirantes a ocupar el Palacio Nacional, no se hicieron esperar, incluida Claudia Sheinbaum, pues tristemente para ella, hay una lista de compromisos en puerta, pero van para largo.
Desde enero, prácticamente todas las dependencias del gobierno central tenían una instrucción: trabajar al máximo para no dejar pendientes. Pero los tiempos y el Canciller se adelantaron, y los compromisos emblemáticos no están terminados.
Casualmente esta semana, concluyeron pendientes que tardaron prácticamente toda la administración, por ejemplo: 3 corredores de transporte ya aceptan pago con tarjeta de movilidad… tardía política integral.
Otro caso es la Planeación: pero sin respetar su compromiso público y después de 1 año de incertidumbre, envió a hurtadillas los proyectos de Plan General de Desarrollo y Programa General de Ordenamiento Territorial al Congreso.
La próximamente “ex mandataria capitalina”, estaba en la encrucijada de quedarse a desahogar la planeación, o avanzar en su interés por la corona.
Tomó como siempre la salida fácil, pues dejó la responsabilidad a quien la sustituya y termine por ella su mandato. Demostró que no le importa la ciudadanía, a quienes ya ha perjudicado y engañando.
En fin, dirían en la realeza: ¡El rey ha muerto, viva el rey!
