PILAR MANSILLA

Foto: Andrea Murcia / Cuartoscuro.com

Los microsismos que se han registrado en la Ciudad de México, principalmente en las alcaldías Álvaro Obregón y Magdalena Contreras se debe, de acuerdo con los primeros estudios, que ahí se encontraban los puntos donde bajaban los ríos y tenían procesos de filtración, afirmó el jefe de Gobierno capitalino, Martí Batres Guadarrama.

“En términos generales, se dan estos microsismos en una zona de pie de montaña, sobre todo, en lo que es la ladera, en las montañas o donde empiezan las montañas de Álvaro Obregón, Contreras; hemos tenido algunos hacia Tlalpan también o Coyoacán. Pero básicamente en esta parte de Álvaro Obregón y Contreras son las zonas por donde descendían antiguamente los ríos, bajaba el agua para desembocar en el lago”.

Batres Guadarrama al señalar que los microsismos al originarse en la capital del país tienen otra dinámica por lo que se perciben con mayor fuerza.

“Estos microsismos tienen otra dinámica, tienen mucho menor profundidad, no son a 20 mil, 30 mil metros de profundidad, son más o menos como a mil metros de profundidad, por eso se les dice que son más superficiales y están en los puntos por donde antiguamente bajaban los ríos y que tenían sus procesos de filtración; estos procesos ya no se dan, porque ya toda esa zona ya está poblada, ya hacia partes muy altas de las montañas del poniente tenemos población”.

Por lo anterior señaló que los microsismos “ahora se estudian las consecuencias sobre el cambio” que han tenido, ya que, aunque siempre se han registrado en diversos momentos históricos actualmente son más perceptibles, debido, insistió a la densidad demográfica.

Batres Guadarrama señaló que por ello las autoridades trabajan en dos rutas, que son la atención inmediata, además de que se hace un análisis científico de lo que ocurre en la región donde se han registrado los microsismos, para que, además de estudiarlos a fondo, se puedan tener medidas de prevención contra afectaciones humanas y materiales.

En este sentido, indicó que en los dos últimos microsismos registrados se dañaron algunos inmuebles en la alcaldía Álvaro Obregón, por lo que ya se hizo la evaluación de los daños a través de la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil (SGIRPC), así como un diagnóstico y un plan con el propósito de apoyar a las familias.

De acuerdo con el Gobierno de la Ciudad de México, el primer microsismo de este año y que comenzaron a ser más perceptibles se registraron el 20 y 21 de abril, donde la Red ECOS de Sismología conformada por científicos y técnicos del Servicio Sismológico Nacional (SSN), el Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el Instituto de Ingeniería de la UNAM, el Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED), la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Unidad Azcapotzalco y el Centro de Instrumentación y Registro Sísmico (CIRES A.C.), coordinada por la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil (SGIRPC) y la Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación (SECTEI) de la Ciudad de México comenzaron a analizarlos.

Las investigaciones determinaron que los microsismos, como los que se han registrado en los últimos días se encuentran en una región próxima a una secuencia de eventos similares ocurridos en 1981 en la zona de Mixcoac, los cuales tuvieron magnitudes entre 2.7 y 3.2 que ocurrieron en un transcurso de 10 días, entre el 4 y el 15 de febrero de hace 42 años.