Martín Avilés / Ovaciones
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El cronómetro marcaba exactamente 90 minutos cumplidos con 2:23 en el tiempo agregado cuando Moisés Muñoz voló por los aires para cabecear una pelota que dramáticamente se incrustó en la portería defendida por José de Jesús Corona. Aquel 26 de mayo de 2013 el Estadio Azteca no se vino abajo de milagro al presenciar la remontada más épica de todos los tiempos en el futbol mexicano.

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Exactamente 11 años después, la vida le dará a Cruz Azul una nueva revancha —luego de desperdiciar la última que tuvo en 2018 cuando también cayó ante el América— en busca de limpia aquel recuerdo y escribir una página de gloria que haga olvidar la peor pesadilla en la historia de La Máquina.

“Estoy muy emocionado por todo lo que significa esta Final, por el posible bicampeonato del América, por todas las similitudes que hay con aquella Final del 2013 y ya estoy con muchas ansias de que llegue el jueves y el domingo para saber si tienen la capacidad de conseguir la número 15, porque no va a ser fácil; auguro dos partidos muy cerrados e incluso definiéndose la Final en penaltis. Así lo presentí en la Final de 2013 y así lo presiento para esta Final”, dijo Moisés Muñoz a ESPN Radio Fórmula.

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Aquella noche triste para los cementeros, el guardameta envió la Final a tiempo extra con su poderoso remate de cabeza, a pesar de que La Máquina inició con dos goles de ventaja. El equipo celeste se desmoronó y las Águilas se llevaron el título a sus vitrinas en la noche más apoteósica de su historia.

“Muchos (aficionados celestes) ya lo olvidaron y los que no lo han hecho, tendría que venir una Final nuevamente, ganarla, para poder darle la vuelta a la página. Lo más sano es guardarlo como un recuerdo, para los americanistas uno grato y para la afición de Cruz Azul un recuerdo de que existe esa posibilidad de revancha, y aprovecharlo cuando llegue”, comentó el exportar azulcrema hace unos años para ESPN. Y hoy, esa posibilidad está a la vuelta de la esquina para el equipo de La Noria.

Meses atrás, ‘Moy’ había llegado al América como refuerzo de la mano de Miguel Herrera. La mayoría del americanismo lo criticó al ser considerado un guardameta promedio, nada extraordinario para los estándares de un club grande que en ese entonces buscaba reposicionarse en la élite tras varios años en el olvido. Pero Muñoz calló bocas y se ganó su lugar en el Olimpo azulcrema.

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“Me cambió la vida en el hecho de que fue la Final más emocionante, más épica, de las que me tocó vivir y que el hecho de que mucha afición, no solamente la que estuvo en el estadio, sino ahora las nuevas generaciones que sus padres sus familiares les cuentan sobre esta Final y lo ven o sea lo reviven en un video y se acercan conmigo me platican de ello”, compartió.

Fue en los últimos suspiros de ese juego de Vuelta cuando las Águilas anotaron los dos goles necesarios para mandar la Final a tiempo extra. Primero fue Aquivaldo Mosquera al minuto 88 y luego Muñoz en el agregado. Ya con La Máquina moralmente derrotada, los de Coapa lograron la victoria en los penaltis, cuando Miguel Layún marcó el gol del título.

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Así inició el repunte americanista que desde entonces ha significado la obtención de cuatro títulos del futbol mexicano que lo llevaron a posicionarse como el máximo ganador del balompié nacional con 14 cetros, dos más ya que el Guadalajara. Los celestes tienen la oportunidad de oro para poner fin a eso que ellos mismos iniciaron un 26 de mayo pero 11 años atrás.