GABY SALIDO
Quienes forman parte, son aliados, o en el camino se han adherido a MORENA, hablan permanentemente de un “cambio verdadero”. Mejor conocido como “4T”.
Para saber a qué se refieren con su cambio o transformación, tendríamos que leer los estatutos de este partido político, -publicados hace casi 9 años-.
Afortunadamente no es necesario avanzar más del primer párrafo para confirmar que este gobierno y sus figuras políticas, dicen una cosa y hacen otra.
Mientras hablan de democracia, en la práctica imponen decisiones de gobierno desconociendo la pluralidad y diferencia de ideas, descalificando a quienes consideran oposición.
Se dice respetar la representación ciudadana y su participación en vigilar, acompañar y supervisar labores del gobierno. Sin embargo, la característica en el gobierno morenista de la CDMX, es otra.
En cada posibilidad que se presenta, Claudia Sheinbaum evade su obligación de someter a la opinión ciudadana cualquier decisión de gobierno. Desde el Palacio del Ayuntamiento se hace evidente el repudio a los procesos que implican consultar a la ciudadanía.
Para la suspirante presidencial de morena, la participación ciudadana quedó en el papel y en el discurso. Juzguen ustedes mismos:
Recientemente anunció que pedirá opinión al Consejo Económico Social y Ambiental (CESA), del Programa General de Ordenamiento Territorial, en franco desconociendo de la Constitución, pues no es facultad del CESA.
Además del engaño en diciembre pasado, por la supuesta cancelación del proceso de consulta, hoy intenta evadir el escrutinio ciudadano que debe darse a través del Instituto de Planeación (IPDP).
Mas por fuerza que por convicción, en medio del fracaso por la imposición de un Programa hecho a modo, tuvo que reconocer que la propuesta del IPDP generaba incertidumbre.
Sin embargo, nunca concreto el proceso para dejar sin efectos su convocatoria. Pues fue su fallido segundo intento por planear la CDMX.
Hoy, con una opinión fuera de la ley, para cubrir sus intenciones y no evidenciar sus omisiones, vuelve a usar al CESA como lo ha hecho antes, logrando comentarios a modo.
Este Consejo solo ha sesionado cuando la Jefa de Gobierno quiere o necesita, no con la periodicidad que señala la Ley.
Recordemos que ahí se orquestó la permanencia del programa “Ciudad al Aire Libre”. Por cierto, a la fecha y de acuerdo con la ley, no se ha seguido el proceso para renovar a sus integrantes.
Vaya lío en que ha metido al CESA, pues tiene como fin ayudar al gobierno en el desarrollo social incluyente, respeto a los derechos, crecimiento económico, empleo y equilibrio fiscal, pero no en cuestiones de ordenamiento territorial
¿Será que siga el ejemplo presidencial? Y ya que no fue funcional para su objetivo, diga que el IPDP duplica facultades y proponga eliminarlo.
