El mundo del pancracio mexicano está de luto. Este martes, la afición sintió un profundo estremecimiento al confirmarse el trágico fallecimiento de Juan Eduardo Retana Rodríguez, conocido en el ring como Piratita Morgan II, integrante destacado del grupo de miniestrellas.

A sus 34 años, este pequeño gran gladiador perdió la batalla más difícil de su vida, no frente a un rival en el cuadrilátero, sino contra una implacable peritonitis que apagó su vida tras una dura lucha en el quirófano.

La noticia que sacude al gremio luchístico revela que Piratita Morgan II fue hospitalizado inicialmente con diagnóstico de apendicitis aguda. Sin embargo, lo que parecía una cirugía rutinaria se tornó en tragedia. Durante la intervención, los médicos encontraron un cuadro mucho más grave: no solo apendicitis, sino peritonitis en estado avanzado, una complicación letal causada por la ruptura del apéndice que desató una infección generalizada en el abdomen.

A pesar del esfuerzo del equipo médico, el joven luchador no pudo vencer a esta silenciosa enemiga.

Como explican los especialistas, la peritonitis surge cuando una apendicitis no tratada a tiempo evoluciona hacia una perforación, liberando material infeccioso que pone en riesgo la vida del paciente en cuestión de horas.

La noticia fue confirmada por su primo, La Mini Parkita, y su hermano, Espantito, quienes, con el corazón roto, compartieron el doloroso desenlace que ocurrió apenas horas después de que Piratita ingresara al quirófano.

La afición, sus compañeros del ring y sus seres queridos aún no asimilan la pérdida de un hombre que llevó la lucha libre mexicana a lo más alto.

Heredero del legado de su padre, Raymundo Rodríguez, quien falleció en 2018, Piratita Morgan II conquistó arenas y corazones con su agilidad y entrega incansable. Tras la muerte de su padre, fue el propio Pirata Morgan quien le cedió los derechos para portar el nombre y continuar como su ‘mini gladiador’.

El propio Pirata Morgan confirmó la lamentable noticia: “Me acabo de enterar de que mi mini Piratita falleció. Mi más sentido pésame a su familia.”

Con cerca de una década como luchador profesional, su nombre resonó en cada lona, dejando un legado imborrable que inspira a generaciones de luchadores y aficionados.

Las redes sociales se han inundado de mensajes de condolencias en los que figuras del pancracio y fanáticos recuerdan con cariño al pequeño gigante que emocionó en cada combate.

Sus restos están siendo velados en una funeraria de Los Reyes La Paz, Estado de México.

La partida de Piratita Morgan II no es solo la pérdida de un luchador, sino de un símbolo de pasión y entrega. Su ausencia deja un vacío en el cuadrilátero, pero su espíritu seguirá vivo en cada grito de la afición y en cada salto desde las cuerdas.