Naturalizados en Selección Mexicana: una costumbre de décadas y ciclos mundialistas; ¿han marcado diferencia?

5, septiembre 2023

JOSÉ ANDRÉS DÍAZ

Foto: Mexsport

Recurrir a los futbolistas naturalizados para que ocupen un lugar en la Selección Mexicana es un recurso que se lleva utilizando, al menos en la era contemporánea, más de 20 años. Ello, sin importar quién sea el seleccionador nacional, la situación que viva el tricolor o los torneos y competencias que tenga por delante.

El argumento siempre ha sido el mismo: son futbolistas que tienen “condiciones distintas” a un mexicano de nacimiento y que, de acuerdo a la constitución política de los Estados Unidos Mexicanos, si ya tiene su carta de naturalización o tiene ascendencia mexicana, tiene los mismos derechos y obligaciones que los nacidos en territorio nacional.

La nueva apuesta en ese rubro es el delantero del América, Julián Quiñones. Colombiano de nacimiento y próximo a recibir su carta de naturalización, el futbolista, quien ya ha hecho huesos viejos en México, está en el rango de ser considerado un jugador joven, ya que en marzo de este año cumplió 26 años y tras haber llegado a nuestro país en 2015.

El Bicampeón con Atlas y multicampeón de Liga MX con los Tigres, es claramente la apuesta de la Federación Mexicana de Fútbol para levantar el nivel de la Selección Nacional, sin importar quién esté de estratega. Ello, porque antes de que Jaime Lozano le entrara como bombero y después se quedara ya con el puesto definitivamente, el plan de incorporar a Quiñones al Tri estaba desde que Diego Cocca tomó el cargo a principios del 2023.

Y si bien la historia de los naturalizados en la Selección es algo que ya puede considerarse como una tradición o costumbre, más allá de si gusta o no, han sido muy pocos los jugadores bajo esa condición que han marcado una real diferencia a favor del seleccionado mexicano.

Funes Mori es el caso más reciente antes de Julián

No hay que ir muy lejos para observar un caso igual al de Quiñones al menos en cuanto a naturalizados se refiere. Durante la etapa de Gerardo Daniel Martino al frente de la Selección, el “Tata” gestionó para que el argentino de nacimiento, Rogelio Funes Mori, se vistiera con la playera de la Selección.

Para el técnico no era algo nuevo, ya que también cuando fue seleccionador de Paraguay para el Mundial de Sudáfrica 2010, se llevó a los argentinos naturalizados paraguayos Lucas Barrios y Jonathan Santana, más Néstor Ortigoza quien tenía ascendencia paraguaya; aquella selección guaraní llegó hasta los cuartos de final.

Funes Mori empezó con buenos bríos su camino en el Tri, porque en su primer partido con México le marcó gol a Nigeria en un amistoso disputado el 3 de julio de 2021 que terminó con marcador de 4-0.

Después vino la Copa Oro de ese año en la que marcó tres goles pero México perdió la Final con Estados Unidos, mientras que después de ese torneo tardó más de un año para volver a anotar con la camiseta nacional, ya que lo hizo hasta octubre del 2022 en las eliminatorias mundialistas ante Honduras en duelo que terminó 3-0 en el Estadio Azteca. De manera tal que en todo el octagonal de Concacaf solo metió un tanto para México.

Su último gol lo marcó a unos días de iniciar el Mundial de Qatar 2022, en un amistoso en el que México goleó 4-0 a una muy débil Irak. Esa anotación, le mereció que el “Tata” le asegurara su lugar en la Copa del Mundo, en una decisión por demás polémica, ya que Rogelio no había marcado una real diferencia, mientras que Santiago Giménez, quien estaba en gran momento con Feyenoord, fue descartado por el estratega también para respetarle su jerarquía a Raúl Jiménez.

Lo peor de esa decisión, fue que Funes Mori jugó solamente cuatro minutos ante Arabia Saudita y en los tres partidos de México en esa vergonzosa justa mundialista en la que el Tri no avanzó ni siquiera a los octavos de final. Una vez que se fue Martino, el delantero de Rayados ha bajado su nivel y no ha vuelto a ser convocado a la Selección.

 

Todos los naturalizados que han jugado en la Selección Mexicana

La lista es demasiado larga, pero antes de Funes Mori, hubo un época en la que no se recurrió a naturalizados para la Selección Mexicana en dos Mundiales. Ni para Rusia 2018, ni para Brasil 2014, los técnicos respectivos Juan Carlos Osorio y Miguel Herrera, llamaron a jugadores del tipo para ocupar uno de los 23 lugares para la justa mundialista en la que dirigieron al Tri.

Sin embargo, sí fueron requeridos en 2013 para aquella desastrosa eliminatoria mundialista en la que México terminó yendo a la Copa del Mundo un año después a través del Repechaje con Nueva Zelanda. En aquel hexagonal de Concacaf, fueron llamados Christian Giménez, Damián Álvarez y Lucas Lobos, todos argentinos de nacimiento, pero solo el “Chaco” tuvo minutos oficiales, ya que Damián y Lucas se quedaron en la banca en los juegos de eliminatoria a los que fueron convocados.

En 2010, Javier Aguirre se llevó a Guillermo Franco, también nacido en Argentina y goleador de Rayados, al Mundial de Sudáfrica 2010 y lo eligió como su centro delantero titular por encima de la estrella naciente de Javier “Chicharito” Hernández, quien llegó a esa Copa del Mundo como el primer mexicano que iba a jugar en el Manchester United.

Si bien en las eliminatorias disputadas en 2009, Franco marcó dos goles, en la Copa del Mundo en tierras africanas no marcó un solo tanto, mientras que Hernández Balcázar le anotó a Francia en el segundo partido de fase de grupos y a Argentina en los octavos de final.

En esa misma eliminatoria pero en su primera fase en octubre de 2008, otro argentino naturalizado, Matías Vuoso, salvó a México de quedar fuera al meter el gol del empate 2-2 ante Canadá en partido disputado en Edmonton, pero después ya no tuvo cabida en el conjunto nacional. Años pasaron y fue convocado para la Copa América 2015 disputada en Chile y ahí marcó en dos oportunidades.

Entre 2008 y 2009, también fueron considerados un argentino más, Lucas Ayala y el brasileño Leandro Augusto, quien fue figura con los Pumas en el Bicampeonato conseguido cuatro años antes en 2004; ninguno de los dos marcó diferencia y prácticamente pasaron desapercibidos.

 

Sinha, el naturalizado más querido por la afición mexicana

Fue Ricardo Antonio La Volpe quien eligió a Antonio Naelson “Sinha”, nacido en Brasil, para ser uno de sus hombres claves tanto en la eliminatoria como en la Copa del Mundo de Alemania 2006.

El “Bigotón”, conocía muy bien a Toño desde su tiempo en los Diablos Rojos del Toluca, por lo que una vez que Sinha se naturalizó, era lógicamente material de selección.

Y Naelson vaya que marcó diferencia, tanto porque era titular indiscutible en el equipo de La Volpe, como también porque era un futbolista cuyas características no tenía ningún otro jugador nacido en México: un toque de balón exquisito, una gran capacidad para leer los juegos, encontrar espacios donde pocos veían y sobre todo, darle muchísima calidad al ataque mexicano. También, porque Ricardo Antonio no quiso convocar a Cuauhtémoc Blanco para aquella justa mundialista por diferencias personales.

“Sinha” formó parte de la que para muchos ha sido la mejor Selección Mexicana del año dos mil a la fecha y en la Copa del Mundo que le tocó jugar, le marcó a la Selección de Irán en la victoria de México por 3-1; antes, también anotó un golazo ante Japón en la Copa Confederaciones 2005 y también le marcó a Estados Unidos en la eliminatoria.

 

Gabriel Caballero, el primer naturalizado contemporáneo en México

La historia de los naturalizados en la Selección Mexicana dentro de la era contemporánea, la empezó Javier Aguirre con el llamado del mediocampista Gabriel Caballero, nacido en Argentina.

El “Vasco”, se llevó al entonces hombre de cabellera larga a la Copa del Mundo de Corea-Japón 2002 en la que tuvo minutos. Sin embargo, no fue que marcara una grandísima diferencia, aunque sí marcó el inicio de lo que hoy por hoy es algo considerado ya como habitual en selecciones nacionales.

 

Los naturalizados de antaño; México echó mano de varias nacionalidades

Antes de Gabriel Caballero, México tuvo varias décadas sin recurrir a jugadores naturalizados, por lo que aquel llamado de Aguirre al inicio de los años dos mil, levantó muchísima polémica en el fútbol nacional.

Sin embargo, en los tiempos en los que en nuestro país el balompié apenas estaba alcanzando sus niveles de profesionalismo, la Selección Nacional echó mano de jugadores de varias latitudes y que también adquirieron la nacionalidad mexicana.

Por ejemplo, el español Carlos Blanco Castañón jugó con México los Mundiales de Suiza 1954 y de Suecia 1958; el cubano Jorge Romo disputó Brasil 1950, Suiza 1954 y Suecia 1958.

El argentino Carlos “Charro” Lara era delantero y debutó con la Selección Mexicana en 1961; estaba contemplado para el Mundial de Chile 1962 pero una lesión lo alejó de aquella justa mundialista.

Los españoles José López Herranz y Lorenzo Camarena, jugaron con México en la década de los años treinta, mismo caso que el originario de Perú, Julio Lores.

 

¿Qué otros jugadores naturalizados apuntan a jugar con el Tri?

La Selección Mexicana vive momentos complicados, tanto porque viene de fracasar rotundamente en Qatar 2022, como también porque ha perdido la hegemonía en Concacaf ante Estados Unidos y Canadá, más allá de que ganó la Copa Oro.

Es por ello que ante un nuevo ciclo mundialista rumbo al 2026 y con la apertura que tanto la FMF como Jaime Lozano le ha dado al tema de los naturalizados, hay varias posibilidades de otros futbolistas aparte de Quiñones, que también podrían ser considerados en un futuro, siempre y cuando tengan sus cartas de naturalización.

Han sonado varios nombres, como por ejemplo la de los delanteros argentinos Nicolás Ibáñez y Germán Berterame, quienes ambos ya empezaron con su proceso de naturalización y que han señalado abiertamente querer ser llamados por el Tri.

Mismo caso del arquero brasileño, Tiago Volpi, quien ha declarado que su intención de adquirir la nacionalidad no es propiamente para ser convocado a la Selección, aunque con la falta de arqueros para hacer el cambio generacional con Guillermo Ochoa, bien podría ser una posibilidad.

Quien sí ya tiene su carta de naturalización es el también defensor nacido en Brasil, Matheus Doria, quien actualmente es futbolista de Santos Laguna, pero que hasta el momento no ha sido contemplado en los distintos procesos de Selección.