Necesario un sistema de cuidados

Las reformas constitucionales sobre igualdad de género y el Sistema Nacional de Cuidados buscan atender brechas: 71% de cuidadores son mujeres con menor ingreso



Foto: Columna

El 15 de noviembre se publicaron las reformas constitucionales en materia de igualdad sustantiva, derecho a una vida libre de violencia y erradicación de la brecha salarial por razones de género, propuestas por la presidenta Claudia Sheinbaum. El trámite legislativo para su promulgación fue de apenas mes y medio.

En el Senado, las legisladoras Malú Mícher, Citlalli Hernández (próxima secretaria de las Mujeres) y el senador con licencia Marcelo Ebrard presentaron en septiembre una iniciativa de ley sobre el Sistema Nacional de Cuidados. Desde hace casi 10 años varias activistas y políticas han encabezado esa lucha que, aunque con diferentes matices, pone el énfasis en un tema determinante para la vida de las personas.

En los últimos años, los estudios y propuestas de la academia y la sociedad civil para visibilizar la importancia económica y social de los cuidados son abundantes. A ellos se suma un reciente informe del Coneval que arroja cifras y estadísticas sobre las personas cuidadoras y la población objetivo de cuidados.

Los datos muestran brechas alarmantes. Del volumen de personas cuidadoras en el país, 71% son mujeres y 29% hombres, esto es, por cada hombre cuidador existen 2.5 mujeres. Sin embargo, el ingreso promedio de las mujeres cuidadoras representó la mitad del ingreso de los hombres que cuidan. De la población ocupada que dedica tiempo a cuidar a otras personas, el 66.4% no tenía acceso directo a la seguridad social y de esta población más de la mitad son mujeres.

El estudio de Coneval Evidencia generada en materia de pobreza y derechos sociales para construir el Sistema Nacional de Cuidados revela que aquellas mujeres que cuidan presentan niveles de pobreza extrema mayores a la media nacional y por supuesto, mayor que los hombres. Y en cuanto a rezago educativo, la situación es similar: la brecha es amplia entre jefaturas femeninas en comparación con las jefaturas masculinas, lo mismo que en la carencia por acceso a la alimentación nutritiva y de calidad.

El diseño de un sistema nacional de cuidados debe tomar en cuenta estas aportaciones que reafirman que la pobreza está feminizada y que los cuidados profundizan esa circunstancia, debido a que millones de mujeres están imposibilitadas por tiempo y tareas del hogar a conseguir un empleo y mejorar sus ingresos y los de sus hogares.

El informe recomienda garantizar el acceso de las personas en situación de pobreza extrema y pobreza a un Sistema Nacional de Cuidados, siguiendo el principio de igualdad y no discriminación. La aportación de las mujeres cuidadoras a la economía nacional no está en duda; la más reciente Encuesta Satélite del Trabajo no remunerado de los hogares cifra en 8.4 billones de pesos el valor económico del trabajo no remunerado en labores domésticas y de cuidados equivalentes al 26.3 % del PIB nacional ¡De ese tamaño es el aporte!

Esta publicación probablemente sea la última del organismo, tal como lo conocimos durante estas dos décadas. Debo confesar que eso me entristece profundamente, pues más allá de medir la pobreza generaba insumos fundamentales para el diseño o rediseño de políticas públicas.

Respecto a la iniciativa de ley, es necesaria la suma de voluntades, escuchando a las organizaciones especialistas y considerando los datos para construir el mejor sistema de cuidados posible en el país. La voluntad política abre una luz de esperanza para el tema.

@ClauCorichi