Jared Goff lució imperial y tuvo un juego que rozó la perfección. El quarterback de los Detroit Lions se combinó para tres touchdowns y su ofensiva volvió a lucir su mejor versión ante los Seattle Seahawks para derrotarlos por 42-29 en un Monday Night Football en el que ambos equipos combinaron más de 900 yardas para regocijo de un pletórico Ford Field.

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La última vez que Detroit salió victorioso contra los Seahawks, ocurrió en la Semana 8 de la temporada 2012, por lo que puso fin a una racha de 12 años sin triunfo ante los emplumados.

El quarterback exiliado de Los Ángeles Rams completó 18 de sus 18 envíos para un total de 292 yardas y dos pases de touchdown, uno a Jameson Williams de 70 yardas, y otro más a St Brown. Lo más curioso fue que ha añadido a su historial una anotación por pase cortesía de su receptor estrella en una jugada sorpresa.

Goff completó 12 de 12 pases para 92 yardas, y Gibbs y Montgomery se combinaron para 88 yardas y tres touchdowns solo en la primera mitad.

Pero no solo la actuación del pasador egresado de la Universidad de California fue suprema, también lo fue el ataque terrestre de Detroit gracias a la dupla conformada por David Montgomery y Jahmyr Gibbs, ya que el primero registró 40 yardas y un touchdown, mientras que el segundo registró 78 yardas y dos anotaciones.

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Los penaltis perjudicaron a los Lions cuando los Seahawks buscaron anotar hacia el final del juego, pero Kerby Joseph interceptó un pase de Geno Smith en la zona de anotación para sellar el triunfo con justicia divina incluida. Ahora, Detroit tendrá una semana de descanso para recargar pilas de cara al resto de la temporada.