Las eliminatorias sudamericanas para el Mundial 2026 se vieron sacudidas por un polémico episodio protagonizado por Emiliano “Dibu” Martínez, guardameta de la selección argentina. Tras la sorpresiva derrota de Argentina frente a Colombia en la jornada de clasificación, Martínez perdió los estribos y arremetió contra el equipo de filmación presente en el estadio, golpeando y derribando una cámara de video al abandonar el terreno de juego.

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El incidente ocurrió momentos después del pitido final, con un Martínez visiblemente frustrado por el resultado adverso. La acción del portero del Aston Villa ha generado una ola de reacciones encontradas en el mundo del fútbol y entre los aficionados, polarizando las opiniones en redes sociales y medios deportivos.

Mientras numerosos usuarios y expertos condenaron el comportamiento del guardameta, calificándolo de antideportivo e innecesario, sorprendentemente, un sector de la hinchada argentina salió en defensa del “Dibu”, argumentando que su reacción demuestra pasión y compromiso con la selección. Esta división de opiniones ha reavivado el debate sobre los límites entre la pasión deportiva y la conducta profesional esperada de los jugadores de élite.

La Asociación Colombiana de Periodistas Deportivos exige una sancion para Dibu Martínez por al manotazo que le dio a la cámara de un fotógrafo después de la derrota de Argentina contra Colombia. ❌🇨🇴🇦🇷 pic.twitter.com/F04CaWBuQE

— Futbol de Inglaterra (@Mercado_Ingles) September 11, 2024

El contexto deportivo del incidente añade una capa adicional de tensión al episodio. El partido entre Argentina y Colombia era crucial en la carrera por la clasificación al Mundial 2026, que se celebrará en Canadá, Estados Unidos y México. La derrota de la Albiceleste no solo les privó de la oportunidad de consolidar su liderazgo en la tabla de la CONMEBOL, sino que también permitió a Colombia tomarse una revancha simbólica tras perder la final de la Copa América 2024 ante los argentinos.

El gol decisivo del encuentro llegó a través de un penal convertido por James Rodríguez, que Martínez, pese a su reputación como especialista en detener penales, no pudo evitar. Este hecho parece haber contribuido significativamente a la frustración del portero, culminando en el desafortunado incidente post-partido.do el mundo.