El gobierno capitalino analiza la posibilidad de establecer un nuevo convenio con China para traer pandas gigantes a Chapultepec, ante la proximidad del fin del ciclo de vida de Xin Xin, la única panda nacida en México que aún vive y que recientemente cumplió 35 años, superando por más de una década la esperanza de vida promedio de su especie.

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Julia Álvarez Icaza Ramírez, secretaria de Medio Ambiente de la Ciudad de México, explicó que a partir de 1984 el gobierno chino modificó su política internacional y dejó de donar pandas a otros países.

Desde entonces, todos los ejemplares deben ser rentados por un millón de dólares anuales y bajo contratos mínimos de diez años. Además, cualquier cría debe ser devuelta a China y la reproducción sólo está permitida en santuarios autorizados dentro de su territorio.

“Ya no es como antes. Estamos revisando si existe viabilidad técnica, presupuestal y científica para considerar una nueva pareja de pandas. No se trata de traerlos como espectáculo, sino de que haya un proyecto de conservación y educación ambiental que lo justifique”, explicó.

Sin embargo, también aclaró que la posibilidad de firmar un nuevo acuerdo con China, bajo las condiciones vigentes, dependerá del resultado de los análisis que se están realizando y del enfoque que la administración defina respecto al futuro de los centros de conservación y la presencia de especies emblemáticas en espacios públicos.

Xin Xin vive actualmente en el Centro de Conservación de la Fauna Silvestre de Chapultepec y es nieta de los primeros pandas que llegaron a México por un acuerdo diplomático anterior a las restricciones chinas.

La funcionaria precisó que el ejemplar es considerado geriátrico y ha sido estudiado por especialistas internacionales por su longevidad.

“En edad humana estaría cerca de los 115 años. Nos ha dado entre diez y quince años más de vida de lo que suele esperarse en su especie. Está bajo monitoreo veterinario permanente, con una dieta especial y cuidados muy estrictos”, señaló Álvarez Icaza.

Xin Xin es también el último panda que no está sujeto a los contratos de renta que exige el gobierno chino y a diferencia de los ejemplares actuales en otros países, ella pertenece al Estado mexicano, forma parte de un linaje nacido en México y, desde que se modificaron las condiciones internacionales, el país no ha recibido nuevos pandas.

La secretaria de Medio Ambiente indicó que, si bien no hay una decisión tomada, se encuentra en curso una evaluación formal que podría derivar en un nuevo acercamiento con China.

“Si hubiera una propuesta concreta con justificación técnica, podríamos considerarlo. Pero por ahora nos mantenemos enfocados en los cuidados de Xin Xin“, puntualizó.

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Álvarez Icaza advirtió que la panda está en la etapa final de su vida, por lo que las autoridades se preparan para ofrecerle una despedida digna.

“Es un ciclo que está por cerrarse naturalmente. Cuando llegue ese momento, la ciudad le rendirá un homenaje como corresponde a una figura tan querida por la población“, concluyó.