Cuando Pato O’Ward se dirigía a su primer evento en la capital del país con un patrocinador para hablar de su primera participación en un Gran Premio de la Ciudad de México ante su gente, se quedó atascado en el tráfico. El piloto había sido elegido por McLaren para conducir el MCL38 de Lando Norris en la primera práctica libre en el Autódromo Hermanos Rodríguez y la nación entera estaba a la expectativa. Por eso decidió bajarse del auto y correr hasta el lugar donde ya lo esperaban cerca de 3 mil personas.

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“Me hicieron sentir como un popstar, pero no siento que lo sea. Siento que soy un piloto de carreras, solo un hombre caminando, sonriendo, pero no lo esperaba. Un sentimiento único la verdad, yo creo que a cualquier persona que le toca sentir eso como que sí dices ‘¿qué pedo?’. Sí me quedé como ‘¡wow!’. Hoy vi las banderas mexicanas, vi caras de Pato flotando en las gradas. Fue realmente genial. Fue un sueño que se cumplió”, dijo en conferencia de prensa en el hospitality del equipo de Woking.

Acostumbrado a la fama a menor escala al ser una súper estrella en la IndyCar Series, serial de autos que se limita al territorio estadounidense, el haber saboreado las mieles de la máxima categoría en su propio país ha sido un sueño hecho realidad para el regiomontano. Y aunque no tuvo mucho margen de maniobra para demostrar sus dotes al volante debido a que la instrucción del equipo fue la de recopilar la mayor información posible del auto, se sintió pleno en el templo del deporte motor en su natal país.

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“‘Pato, no hagas maniobras bruscas con el auto’. ‘Pato, si intentas ir demasiado rápido, te voy a gritar y necesitamos información y esta información es extremadamente importante para el fin de semana’. Así que estaba muy claro que tenía que priorizar todo lo que se necesitaba de mí, en términos de recopilar información y ser constante. Creo que están bastante contentos con el trabajo que hice. Yo ciertamente lo estoy”, comentó.

El de Monterrey, Nuevo León, terminó en la posición número 13 con un crono de 1:19.335, superior a pilotos experimentados como Kevin Magnussen, Pierre Gasly y Lance Stroll, aunque eso sí, con un auto mucho más dominante que sus respectivos Haas, Alpine y Aston Martin.

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“Al final del día me han puesto contra muchísimos que están en la parrilla ahorita en Fórmula 1, y ustedes que me han seguido por varios años saben lo que ha pasado y no es de que no tengo con qué porque yo sé que tengo suficiente. Eso sí, yo no llego con 30 millones de dólares, yo vengo como Pato (alza la mano) y es con lo único que llevo. Entiendo el tema de negocio en Fórmula 1, es es un deporte con muchísimo dinero pero al final del día tú les dices ‘bueno dame chance en uno que otro año y tendrás todos los resultados que quieres y así le vas a sacar más’, pero hasta que no tienes la oportunidad vas a estar sentado”, afirmó.

Como sea, O’Ward ya puede presumir de haber corrido en casa durante un fin de semana de Fórmula 1, tal como lo soñó cuando de niño comenzó a enamorarse del automovilismo hasta convertirse en el respetable conductor que es ahora. Y por ahora, prefiere no pensar en el futuro y disfrutar el momento.

“Es difícil saber el futuro de todas las cosas. Qué tanto se va a mantener aquí Checo (Pérez) y si la Indy llega a México, qué tan grande fuera o se puede hacer. La verdad esa competencia es dificilísima, nunca se ha visto a alguien, pilotos de F1 o de F2, llegan y se suben a un carro de IndyCar y en una práctica están en últimos; no se aceran a los lideres. Es una categoría con mucho potencial y tristemente no se acerca a lo grande que es la Fórmula 1, pero a mí me encantaría ver a la IndyCar crecer, pues para mí la F1 es el escenario más grande como persona como profesional y pues también así es como nació mi sueño de ser piloto de Fórmula 1”, expuso.

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El regiomontano vivió de todo en el recorrido de 60 minutos que se vio interrumpido por dos banderas rojas. Una de ellas tras un choque de Oliver Bearman con Alex Alban que miró a unos cuantos metros. Experiencias que contará por el resto de su vida.

“Una sesión un poco loca. Me tocó ver el trancazo enfrente que pues sí, dije ‘híjole, otra bandera roja en no sé cuántos minutos’, pero yo ya sabía que íbamos a matar bastante tiempo de la sesión. Aunque había sido bandera verde iba a estar yo mucho tiempo en el box por los temas de las actualizaciones que tenía que probar”, sentenció.