Pese a múltiples lesiones, los campeones Kansas City Chiefs, en la Conferencia Americana (AFC), y los Minnesota Vikings, en la Conferencia Nacional (NFC), son los únicos invictos que restan entre los 32 equipos, luego de 4 semanas de la temporada 2024 de la NFL.

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Los Chiefs, la dinastía que domina la liga desde hace poco más de un lustro, no pasa por su momento más espectacular y a pesar de ello se mantiene imbatible.

Patrick Mahomes, tres veces Jugador Más Valioso del Super Bowl, ha tenido uno de sus inicios más irregulares. Suma seis anotaciones a cambio de cinco intercepciones y ha sido capturado siete veces.

Misma situación por la que atraviesa Travis Kelce, ala cerrada estelar del equipo, que suma 158 yardas y ningún touchdown.

A eso se suman las lesiones de sus corredores principales, Isiah Pacheco y Clyde Edwards-Helaire, y de sus receptores Rashee Rice, Hollywood Brown.

Suficientes bajas como para un desastroso inicio de campaña, pero que los dirigidos por el entrenador Andy Reid han resuelto para sostener una marcha de victorias sobre Ravens, por 27-20; Bengals, 26-25; Falcons, 22-17, y Chargers, 17-10.

Reid y el genio de Mahomes, en cada una de estas apretadas victorias, han encontrado la manera de hacer funcionar el ataque con rostros que parecían destinados a ocupar un papel secundario.

Corredores como Kareem Hunt y Samaje Perine, recién firmados por el equipo y el receptor novato de 21 años Xavier Worthy, han sido las opciones que han mantenido la memoria ganadora de los monarcas.

Si estos Chiefs, con todo y sus bajas estelares, que tienen la ofensiva decimocuarta entre las 32 de la liga, y defensiva número 17, no han podido ser vencidos, conforme recuperen a sus estrellas parecen imparables para llegar a su séptima final de AFC consecutiva y por ende arribar a su quinto Super Bowl en seis años.

En la NFC, los Minnesota Vikings tuvieron una pretemporada con lesiones que auguraban una campaña llena de nubarrones.

Casi un mes antes del inicio de la campaña su quarterback del futuro, JJ McCarthy, sufrió rotura del menisco que lo dejó fuera el resto del año y TJ Hockenson, su ala cerrada principal, no se ha recuperado de una lesión de rodilla.

Dos piezas fundamentales de su ataque que parecían trastocar el plan de juego del entrenador Kevin O’Connell, quien confió en Sam Darnold, quarterback de 27 años, para liderar su ofensiva y éste le ha respondido con el mejor inicio en sus siete años de carrera.

Darnold lidera la liga con 11 pases de anotación y sólo tres intercepciones. Cuatro de esos touchdowns han sido hacia su objetivo favorito, Justin Jefferson, y tres más para Jalen Nailor, que han respondido ante la ausencia de TJ Hockenson.

El resultado son unos Vikings intratables que han despachado 28-6 a Giants, 23-17 a 49ers, 34-7 a Texans y 31-29 a Packers, triunfos que los tienen como favoritos para representar a la NFC en el Super Bowl del próximo año si mantienen ese ritmo arrollador.