Ante las pérdidas económicas estimadas en más de 11.4 millones de dólares diarios desde que el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos ordenó el pasado 11 de mayo la suspensión de las importaciones terrestres de ganado en pie, equino y bisonte procedentes de México, el senador Waldo Fernández González propuso que se asignen recursos extraordinarios y urgentes para reforzar la vigilancia epidemiológica, establecer una estrategia binacional para erradicar el brote del gusano barrenador del ganado, y otorgar apoyos directos a los productores afectados.
El legislador del Partido Verde Ecologista de México exhortó a la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural y a la Secretaría de Relaciones Exteriores a coordinar acciones inmediatas con el gobierno de Estados Unidos para contener esta plaga detectada en noviembre de 2024, y solicitó a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público que contemple, dentro del presupuesto vigente, apoyos económicos directos a los ganaderos que han perdido su estatus sanitario de exportación.
A través de una proposición con punto de acuerdo de urgente resolución, planteó la necesidad de implementar campañas de prevención y control sanitario, establecer protocolos estrictos de movilidad ganadera, reactivar la liberación sistemática de moscas estériles y evaluar la reapertura o instalación de una planta nacional para su producción, como parte de una estrategia científica sostenida similar a la que permitió erradicar la plaga en 1991 a través de la Comisión México-Americana para la Erradicación del Gusano Barrenador, cerrada en 2012.
También propuso instruir al Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria a intensificar el combate al contrabando de ganado proveniente de Centroamérica, que representa un riesgo permanente de reintroducción de enfermedades.
Fernández González advirtió que estados como Nuevo León, Sonora y Chihuahua han sido especialmente afectados por la suspensión del comercio, y recordó que en diciembre de 2023 el Departamento de Agricultura de Estados Unidos reclasificó a Nuevo León en el nivel V de sanidad para tuberculosis bovina, lo que derivó en la suspensión de exportaciones de unas 30 mil cabezas de ganado anuales, con impacto económico directo en la región.
Señaló que la falta de infraestructura para responder a tiempo, así como las limitaciones operativas en la vigilancia epidemiológica regional, han dificultado el control del brote y generado mayores costos para los productores, quienes enfrentan además restricciones en la movilidad del hato y riesgo de nuevas infestaciones por el ingreso irregular de animales en la frontera sur del país.

Foto: Reuters 


