PISA, un índice entre desiguales

LUIS HUMBERTO FERNÁNDEZ Hace unos días se publicaron los resultados de PISA 2022, y como normalmente pasa, se generó una avalancha de críticas y análisis de reacción. En esta ocasión participaron más de 700 mil estudiantes de 81 países y nuevamente los mejores resultados fueron de Asia donde resaltan Singapur, Japón y Corea del Sur,

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LUIS HUMBERTO FERNÁNDEZ

Hace unos días se publicaron los resultados de PISA 2022, y como normalmente pasa, se generó una avalancha de críticas y análisis de reacción. En esta ocasión participaron más de 700 mil estudiantes de 81 países y nuevamente los mejores resultados fueron de Asia donde resaltan Singapur, Japón y Corea del Sur, seguidos de naciones europeas como Estonia, Suiza y Países Bajos. Y siguiendo la tradición, los países latinoamericanos se ubican en las últimas posiciones, donde México ocupa el lugar 51 de 81.

Sin embargo los resultados van ligados a la riqueza, ya que Japón es la cuarta economía más grande del mundo y Corea del Sur ocupa la décima posición. Los países europeos también son parte de las naciones más ricas, debido a que la Unión Europea es la tercera economía mundial. Mientras tanto, las naciones latinoamericanas que ocupan las últimas posiciones en PISA también son de los países más pobres, como por ejemplo República Dominicana, Paraguay y El Salvador. Además, es importante señalar que existen inequidades con el método.

Por ejemplo en México existen más de 130 millones de habitantes, mientras que Corea del Sur tiene 51 y Singapur tan solo 5 millones (lo que equivale a la población de Puebla).

En Europa, Suiza cuenta con 8 millones de habitantes y Estonia apenas tiene 1.4 millones, lo que representa menos, incluso, que la población total de Iztapalapa con 1.8 millones, por lo que es absurdo comparar países con municipios. Asimismo, la pandemia también influyó en los resultados, ya que en más de dos décadas el puntaje promedio de la OCDE no había cambiado significativamente, pero este año experimentó una caída sin precedentes en el rendimiento promedio mundial.

Un dato relevante es que por primera vez en su aplicación, PISA tomó en consideración un nuevo indicador que es el bienestar. Éste es una prioridad para la política mexicana, y los resultados lo reflejan claramente. Por ejemplo, se les preguntó a los estudiantes si se sienten motivados para hacer la tarea, a lo cual 72% de mexicanos respondieron positivamente, mientras que solo el 33% de los japoneses se sienten motivados.

También se analizó si alguien de su escuela les pregunta cómo se sienten todos los días, a lo cual el 20% de los estudiantes de México respondieron positivamente, en comparación del 7.2% de Corea del Sur; el promedio en esta última pregunta, lamentablemente, fue del 13% en todo el mundo.

Lo que queda claro es que los resultados en educación provienen del combate a la inequidad y a la exclusión, lo que se ha hecho en la Ciudad de México con los programas “Bienestar para niñas y niños, Mi Beca para Empezar”, Mejor Escuela- La Escuela es nuestra, alimentos, internet, seguros, así como uniformes y útiles escolares para estudiantes. Además, al ser PISA una prueba nacional, y no medir únicamente a la Ciudad, no permite un análisis para la realidad regional, y de hacerlo el resultado cambiaría mucho.

Estamos seguros de que la educación en México tendrá un salto importante en los próximos años, por las acciones que se están tomando hoy: las becas, la reivindicación magisterial, pero sobre todo una política que ha sacado de la pobreza a 9 millones de mexicanos.

@LuisH_Fernandez