Las expectativas de crecimiento para este año no son muy alentadoras y se están complicando al tener que enfrentar las políticas comerciales con que amenaza el gobierno de los Estados Unidos, lo que estaría poniendo en riesgo la inversión a lo largo del año.
Si bien ello no implica que la inversión dejará de fluir en el país, podría no ser suficiente para impulsar un mayor crecimiento económico.
Por una parte, la cautela del sector privado y por otra un menor gasto público con el objetivo de reducir el déficit de las cuentas públicas, podrían inhibir aumento de la inversión total, advirtió el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).
En su análisis semanal, señaló que en este contexto, a pesar del crecimiento real de los salarios y la disminución de la tasa de interés, la dificultad de generar mayores empleos formales y la posible disminución en el ritmo de crecimiento de las remesas familiares, podrían limitar una mejora en el consumo.
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De ahí que, en esta situación, “las expectativas de crecimiento para este y el siguiente año continuarán siendo limitadas”; más aún, con los resultados recientes que confirman el debilitamiento de los principales motores del crecimiento durante 2024.
El organismo dependiente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), señaló que, de acuerdo con el reporte del INEGI, en diciembre pasado el Indicador de la Formación Bruta de Capital Fijo registró una disminución mensual de 2.6%, con lo que además de acumular cinco meses consecutivos con variaciones negativas, fue su mayor descenso desde noviembre del 2013.
En su comparación anual, la inversión se contrajo 4.1% que fue su cuarto mes consecutivo con caídas anuales.
Asimismo, la evolución del consumo también se debilitó de manera importante en el último mes del año pasado al reportar una caída mensual de 1.1%, que llevó a que en términos anuales registrara una disminución de 0.8%, su primera caída anual desde febrero del 2021.
Tras lo anterior, la creciente incertidumbre y el paulatino debilitamiento de los indicadores macroeconómicos siguen haciendo mella en la percepción sobre el futuro de la actividad productiva del país.
Es más, la encuesta más reciente sobre las expectativas de los especialistas del sector privado que aplica el Banco de México vuelve a mostrar una corrección a la baja en los pronósticos de crecimiento económico.
Así, para 2025 la expectativa promedio de los especialistas anticipa un avance de sólo 0.8%, con una pobre perspectiva para los siguientes años: en 2026 el pronóstico se ubica en 1.65%, tras anticipar 1.75% en la encuesta previa; para 2027 la corrección fue de un crecimiento de 1.97% a 1.89%; “con esto, el crecimiento promedio de los próximos diez años se mantiene por debajo del 2.0 por ciento.”

Foto: Cuartoscuro.com 


