Aunque la tauromaquia es un espectáculo incluyente se le suele relacionar bastante con la fe católica. Las razones son muchas y las abordaremos en otros espacios. Hoy, con el mejor pretexto de la Semana Santa, les vamos a platicar del lance básico del toreo. La VERÓNICA. Ese que se hace con el capote (el trapo rosa) y que se maneja con ambas manos.
La verónica se ejecuta con ambas manos y de ahí partes el resto de los lances de capa, con sus debidas evoluciones.
Es la base del toreo de capa. Se atribuye su invención a José Rodríguez ‘Costillares’, en tanto que el nombre de verónica lo utilizó José Delgado Guerra ‘Pepe-Hillo’ en el tratado de Tauromaquia que escribió en 1796.
¿PERO, POR QUÉ?
Aquí, la interrogante: ¿Por qué se le llama verónica?
Los tratados de tauromaquia señalan que toma su nombre por la semejanza entre la manera en que los toreros debe presentar el capote y la forma en que Verónica tomó el lienzo, de acuerdo a los Evangelios, para enjugar el rostro de Jesús de Nazaret.
En el tratado de Tauromaquia de Pepe-Hillo se define a la verónica como: ‘Aquella suerte que el diestro ejecuta situándose con la capa rigurosamente enfrente del toro’.
Sin embargo, hoy día los toreros la ejecutan de costado con lo que la suerte gana en profundidad y hondura.
EXPONENTES
En nuestro país ha habido una gran cantidad de extraordinarios exponentes de la verónica. Mencionarlos a todos sería imposible, porque en el toreo, como en la música o la comida, en gustos se rompen géneros, aunque cada uno de esos temas produce en el ser humano intensas sensaciones.