PATRICIA RAMÍREZ

Foto: Cuartoscuro

Luego de su regreso a palacio nacional, tras dos años de no tener comunicación con el presidente Andrés Manuel López Obrador, el presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado de la República, Ricardo Monreal Ávila, aseguró que su lealtad con el presidente es inquebrantable y advirtió que prefiere quedarse sin nada que traicionarlo.

“Prefiero ser nada, prefiero no participar en nada antes de traicionar al presidente de la República, con quien he caminado una larga travesía de 26 años”, enfatizó al referirse al reencuentro.
Al relatar la reunión en palacio nacional, explicó además que le levantará la mano a Claudia Sheinbaum o a quien gane la encuesta interna de Morena para la candidatura presidencial.

En diferentes entrevistas con medios de comunicación, señaló que es fundamental preservar la unidad dentro del partido y enfatizó que una vez que el partido lance la convocatoria se deberán establecer los tiempos para los aspirantes a la presidencia y será entonces cuando determine si solicita licencia a su escaño.

“En junio o julio, la convocatoria se lanzará y en la convocatoria se establecerán las bases, por medio de las cuales se participe, quienes aspiramos a suceder al presidente de la República”, dijo.
Monreal Ávila insistió en que él no irá por la presidencia de la República como candidato de la oposición y aseguró que con el presidente López Obrador tuvo un encuentro afable y cordial y le explicó que los tiempos se estaban agotando, por lo que se decidió sesionar el viernes por la noche.

El también coordinador de los senadores de Morena aseveró que el presidente les propuso incluso que se alargara la discusión hasta el domingo y que los opositores pudieran expresar sus puntos de vista, pero le señalaron que ya no había espacio para ello.

Sobre el proceso interno de Morena, Monreal Ávila deslizó la posibilidad de que antes de la encuesta pudiera haber un acuerdo político para determinar quién es el candidato o candidata a la presidencia de la República, a fin de conjurar cualquier posibilidad de ruptura en el partido, porque la unidad es la prioridad.