Para evitar que se repitan los errores registrados en ciclos escolares anteriores, el grupo parlamentario del PRI en el Senado exhortó a la Secretaría de Educación Pública (SEP) a garantizar que los libros de texto gratuitos del ciclo 2025-2026 sean elaborados con rigor académico, evidencia científica y un enfoque pedagógico adecuado.

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Los legisladores advirtieron que los materiales utilizados en los ciclos 2023-2024 y 2024-2025 presentaron múltiples deficiencias, entre ellas errores conceptuales, omisiones científicas, fallas pedagógicas y sesgos ideológicos que, afirmaron, comprometen la calidad de la educación pública.

“No podemos permitir que nuestros niños aprendan con base en ocurrencias o dogmas“, señalaron durante la presentación de un punto de acuerdo dirigido a la SEP, al director general de Materiales Educativos y a la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos (Conaliteg).

El documento incluye una solicitud para que los contenidos sean revisados a fondo y con transparencia, con participación de especialistas y de la sociedad civil.

Los senadores del PRI, entre los errores detectados en libros recientes mencionaron la fecha equivocada del nacimiento de Benito Juárez, fallas en la representación del Sistema Solar, mapas que confunden la ubicación de estados como Guanajuato y Querétaro, problemas en comparaciones matemáticas y frases incorrectas como “planera” en lugar de “planeta”.

Señalaron que, aunque la SEP reconoció públicamente al menos 20 errores en los libros de texto de 2023, los senadores priistas indicaron que persisten deficiencias estructurales que deben ser atendidas.

Como parte de su propuesta, plantearon integrar al proceso de revisión técnica a pedagogos, científicos, psicólogos infantiles, historiadores, lingüistas, representantes ciudadanos y padres de familia. También exigieron que todo el procedimiento sea público y que las autoridades rindan cuentas sobre los criterios utilizados en la elaboración de los materiales.

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“No los queremos al servicio del poder, sino al servicio del conocimiento“, afirmaron. “La educación debe formar ciudadanos libres, críticos e informados, no ser un vehículo de propaganda disfrazada de pedagogía“.