César Martínez

A Rafael Puente lo pusieron en la cuerda floja desde el primer minuto en el que asumió su cargo como director técnico de Pumas. Lo hizo su directiva, lo hicieron Leopoldo Silva y Miguel Mejía Barón.

Para explicarlo vamos a ponernos en los “zapatos” de un jugador de este plantel auriazul:

Llega el nuevo entrenador, muy cuestionado de entrada por la gente, con estadísticas pobres y encima con un risible y poco ortodoxo contrato por seis meses que deja entrever la poca confianza que existe en su trabajo.

Si no ando del todo bien o el estratega en cuestión me “cae medianamente” mal, nada evitará que eche una pícara mirada al calendario, para checar la fecha de caducidad del “proyecto.”

No se espanten. Es un ejemplo que puede aplicar en cualquier empresa cuando de origen el liderazgo está tan condicionado. Así lo aceptó Rafael Puente y eso es irreprochable. Pero es evidente que nunca las condiciones fueron las adecuadas.

El análisis de la actualidad de Pumas apunta hacia una crisis de resultados por encima de la futbolística. Así lo señaló su entrenador y le creo.

Pero, para bien o mal, las crisis futbolísticas o de resultados suelen tener las mismas consecuencias al interior de los clubes. Sin ingenuidades.

Así que, a ganar o ganar. No hay de otra.

REFUERZOS MUY FALLIDOS

Se jugaban los minutos finales del juego entre Querétaro Y Mazatlán en donde se maltrató y feo a la pelota. Oportunidad clara para los locales, desperdiciada feamente por el volante de apellido Duarte.

Investigando sobre el jugador en cuestión: 21 Años, argentino, una sola temporada en Defensa y Justicia de su país, donde anotó 2 goles. ¿De verdad en fuerzas básicas de Gallos no hay algún futbolista de características similares para jugar en primera división?

Horas más tarde veía a los Xolos de Tijuana con una conformación basada en futbolistas sudamericanos de buen nombre y recorrido en su país, que llegaron a México a pasar inadvertidos y caminar durante los partidos, sumiendo al equipo en una intrascendencia absoluta. Revisen el plantel, alguno se salva, sobre todo si acaba de llegar.
Ejemplos así, en la mayoría de los equipos. No se lo tomen personal.

No es un tema de xenofobia, ni cerca. Quien me conoce sabe que el tema del pasaporte no ha sido jamás una variable de importancia cuando trato de hablar de futbol e incluso de la vida misma.

Pero algo muy malo estamos permitiendo en la Liga MX cuando semana a semana somos testigos de casos como los arriba mencionados.

SIGUEN

En México no se puede jugar al futbol. El nivel de contacto que permiten los árbitros ya no es mínimo, es ridículo.
El nuevo capítulo: Fernando Guerrero y la expulsión de Misael Domínguez de Tijuana. Un roce mínimo, del que Diego Valdés se quejó como si le hubieran cercenado la pierna. Completado el montaje.

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