¿Qué significa ser no binarie?

31, mayo 2023

FLOR YÁÑEZ

Ociel Baena Saucedo ha causado polémica al convertirse en el primer magistrade no binarie del Tribunal Electoral de Aguascalientes y de América Latina. En una foto tomada en la tribuna de este organismo, se le observa con falda oscura tableada por debajo de las rodillas, zapatos negros de tacón, saco sastre azul, moño negro grande al cuello de su camisa blanca, cabello corto y los labios pintados de rojo. Se ve pulcre y bien vestide.

Recientemente el Canciller Ebrard le entregó personalmente el primer pasaporte no binario expedido en México, dando así un salto cuántico de cambios culturales en el empedrado camino hacia la inclusión y lucha contra los estereotipos sociales. Esta expresión de género pareciera un tema novedoso, sin embargo, ha existido a lo largo de la historia.

Tradicionalmente la mayoría de las sociedades han sido binarias, es decir, que sólo reconocen la existencia de hombres y mujeres con identidad femenina y masculina. En este modelo, un hombre se supondría debiera ser de apariencia, de carácter y de comportamiento de cuerdo con los estándares que le impone la sociedad, con una atracción heterosexual hacia el género opuesto.

Lo mismo ocurriría para las mujeres a la inversa. Esta binariedad supone que todo rasgo físico de una persona debe encajar inherentemente en la casilla rosa o azul, sin embargo, hombre o mujer no son sinónimos de masculino y femenino. Una persona no binaria es une individue que asume un género más allá de binarismo, que no corresponden ni al masculino ni al femenino. Esto permite una aproximación más fluida al género, donde cada quién es capaz de identificarse con quién decide ser. Hablar de diversidad sexual es más complejo que decir que una persona es gay.

La expresión de género es el conjunto de elementos externos que una persona utiliza para expresar su género en la sociedad como la apariencia, la actitud, el comportamiento y los gestos. Esto no depende de la orientación sexual, que es la capacidad de sentir atracción sexual, emocional, romántica o afectiva hacia personas del sexo o género opuesto, del mismo género o sexo o de ambos.

La identidad de género alude a la percepción personal que se tiene sobre sí misma en cuánto a su género, que puede o no coincidir con sus características biológicas sexuales; va ligado a una vivencia psicológica personal.

Siendo así, una persona puede identificarse como mujer de orientación sexual heterosexual, o como mujer lesbiana, o como persone no binarie lesbiana, o como bisexual, o como transexual gay o como mejor le plazca, así de complejo es la diversidad sexual y todas son correctas, porque están dentro del ejercicio de los derechos humanos fundamentales que le brinda a una persona el libre desarrollo de su personalidad y la libertad de expresar su sexualidad.

En México, aunque aún existe una excesiva discriminación hacia la población LGBTI +, hemos avanzado a pasos agigantados en contraposición a países como Uganda, que recientemente promulgó una ley contra derechos LGBTI que incluye la pena de muerte. El presidente Museveni pidió revisar el texto de la tan controversial ley y estipuló que no es un crimen “ser homosexual”, pero que sí están penalizadas las relaciones entre personas del mismo género” es decir, puedes ser gay, pero no tener pareja. Esto sería como si un panista dijera que tienes el derecho a abortar, pero que es un delito tener relaciones sexuales y obtener un embarazo no deseado.

Estamos haciendo historia. El primer paso hacia la inclusión es derribar las creencias personales que discriminan sólo porque las personas se ven distintas. Ya quisiera cualquiera ser magistrado, magistrada o magistrade de un tribunal y no tiene nada que ver con cómo usted se vista, cómo se vea o con quién decida irse a la cama.

Yanez_flor@hotmail.com