Terence Crawford no solo derribó a un gigante el pasado 13 de septiembre, sino que reconstruyó la jerarquía del boxeo moderno. Al vencer por decisión unánime al todopoderoso Saúl ‘Canelo’ Álvarez, ‘Bud’ completó una hazaña sin precedentes al convertirse en campeón indiscutido en tres divisiones de peso diferentes.

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Lo logró al superar una enorme desventaja física gracias a una actuación magistral que dejó una sensación de haber gestado algo histórico, al punto de que las demandas por una revancha inmediata parecen escasas. Con su legado ya asegurado, al menos tres batallas podrían esperar al ahora rey de los supermedios, en caso de no poder pactar con un segundo episodio con el jalisciense.

Janibek Alimkhanuly… ¿o Erislandy Lara?

El desafío más intrigante y monumental sería un salto a las 160 libras para enfrentar al ampliamente reconocido rey de la división del peso medio, el invicto Janibek Alimkhanuly. Conocido por su estilo feroz y metódico, el kazajo representaría la prueba definitiva de la capacidad de Crawford para conquistar una cuarta categoría.

Sin embargo, el camino está nublado, pues el kazajo dio positivo por una sustancia prohibida días antes de su defensa programada contra el campeón de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), Erislandy Lara, el pasado diciembre.

Si Alimkhanuly logra limpiar su nombre, el duelo sería de una magnitud estratosférica. De lo contrario, la puerta podría abrirse para que el experimentado y habilidoso cubano Lara se convierta en el obstáculo que el estadounidense debería superar para reclamar otro cetro.

Sebastian Fundora, un gigante inquebrantable

Crawford ya es campeón en las 154 libras (superwélter), pero un choque con Sebastian ‘La Tormenta Infernal’ Fundora ofrecería un desafío de proporciones casi mitológicas. Con una diferencia de altura que podría acercarse al pie completo, ‘Bud’ tendría que resolver el puzzle más complejo de su carrera contra un rival que usa su envergadura con agresividad devastadora.

Fundora parece encaminado a una defensa contra Keith Thurman a principios de 2026, pero para mediados de ese año, un regreso del púgil de 38 años a la división con el objetivo de destronar a ‘El Gigante’, sería un espectáculo de altísimo riesgo y recompensa, poniendo a prueba el ingenio de ‘Bud’ como nunca antes.

Vergil Ortiz Jr. con su poder joven y devastador

Muchos ven en Vergil Ortiz Jr. al futuro y actual estandarte de las 154 libras. Con un poder explosivo y una ferocidad intimidante, el joven de 27 años reafirmó su estatus como un noqueador letal al derribar a Erickson Lubin en solo dos asaltos a principios de este mes. Un enfrentamiento con Crawford presentaría el clásico duelo entre el maestro técnico supremo y el joven dinamitero en su mejor momento.

Aunque Crawford sería un favorito claro, la potencia pura de Ortiz representa quizás la amenaza más genuina al récord invicto del nebraskense, con la promesa de un combate electrizante donde un solo golpe podría cambiar todo.

Más allá del peso y las coronas, Terence Crawford ha entrado en un territorio donde solo los desafíos que definen épocas pueden elevar aún más su estatus.