Desde una posición que no pretende cuestionar la contratación de un empleado por parte de una empresa de capital privado, aun siendo ésta, la dueña de la pasión y empatía de millones de aficionados en todo el país, declaro: No es una buena decisión la llegada de Rafael Puente a Pumas.

No descalifico sus cualidades, que seguramente las tendrá, por lo menos para convencer a una directiva, de que su llegada se trata de la mejor decisión. Pero, ser contratado por un grande en crisis, golpeado desde lo anímico, lo futbolístico e incluso desde lo financiero, en el que te encontrarás de entrada un rechazo popular fuerte, parece un grave error para ambas partes.

Desde una perspectiva personal, Puente tendría que haber ido a otro futbol, tal vez a Centroamérica a “limpiar” sus muy golpeadas estadísticas y reputación. De por sí es complicada la misión del banquillo universitario, se hace más difícil aún, a contracorriente de la lógica y el pasado reciente.

Pero desde ya, entrarle al toro, parece misión imposible. Pero… Cada uno y sus decisiones.

MIGUEL MEJIA BARÓN

Sirva una serie de medidas tomadas desde hace meses, que tuvieron como consecuencias, resultados ínfimos, para desmitificar la figura de Miguel Mejía Barón, tema que veo muy complicado.

El ganador de UN título de liga. El mismo que se guardó los cambios en una Copa del Mundo, donde salió a dirigir en sandalias. El mismo de malas rachas posteriores en Pumas y Puebla. De trayectoria fantasmagórica en Tigres, donde su feligresía le adjudicaba gran parte de sus victorias, a través de su presencia y ”magia”.

El mismo que volvió a Pumas para que la institución diera, desde lo deportivo, dos pasos atrás.

El mismo que goza de muy buena prensa. Que tiene amigos muy bien colocados en áreas estratégicas, influyentes en la opinión pública.

El Doctor. El de los grandes “secretos” del futbol. Sobrevalorado siempre. No intento convencer a nadie, pero absténganse también de convencerme de lo contrario. Datos, no opiniones.

CORRUPCIÓN

Vergonzosamente la corrupción es parte del ADN mexicano. La hemos practicado y sufrido durante centurias y aunque el mensaje oficial hoy sea otro, seguimos igual o peor que siempre.

El futbol no tendría que ser un oasis en este desierto. No meto las manos al fuego por su completa limpieza, pero como periodista desconozco prueba alguna que avale esa sospecha.

Pero en el caso de la “denuncia” hecha por Ángel Reyna, viniendo de dicho personaje carece de cualquier valor o atención.

No es alguien a tomar en serio. Quienes lo conocen saben de que me refiero. Un exjugador carente de credibilidad alguna y de una falta de honor, que espanta.

Así que, vuelta a la página y abusados que, en cualquier momento, en cualquier lugar puede “brincar la ra- ta.”

Pero no a través de un señalamiento del “Pleititos.”

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