La casa blanca atraviesa uno de sus momentos más críticos en años recientes. El Santiago Bernabéu, testigo de innumerables hazañas europeas, fue escenario de una nueva derrota que enciende todas las alarmas en el conjunto merengue. Tras la dolorosa goleada recibida ante el Barcelona en el clásico, el equipo de Carlo Ancelotti volvió a mostrar sus debilidades, esta vez ante un Milan que supo aprovechar cada resquicio en la frágil defensa madridista.

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Un Real Madrid sin Respuestas

Los números son alarmantes: 40 remates en contra y nueve goles recibidos en sus últimos tres partidos como local. La falta de intensidad defensiva se ha convertido en el talón de Aquiles de un equipo que parece haber perdido su identidad. Tchouaméni, protagonista por sus errores, se convirtió en el blanco de las críticas de una afición cada vez más impaciente.

El Milan, pese a atravesar un momento irregular en la Serie A, encontró espacios con facilidad. La dupla Leao-Theo por la banda izquierda fue una pesadilla constante para la defensa madridista, evidenciando que incluso rivales en horas bajas pueden hacer daño al actual campeón de Europa.

La urgencia de soluciones tácticas

Ancelotti intentó variar el esquema, incluyendo a Modric y reforzando la banda derecha con Valverde, pero las soluciones no llegaron. El equipo mostró una preocupante falta de ideas en ataque, dependiendo excesivamente de las individualidades de Mbappé y Vinícius, quienes, pese a sus intentos, no pudieron cambiar el rumbo del partido.

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La defensa, tradicionalmente sólida, ha mostrado fisuras alarmantes. El gol de Thiaw tras un error en marca de Tchouaméni, la posterior anotación de Morata, y el tanto definitivo de Reijnders fueron el reflejo de un equipo que ha perdido su solidez defensiva característica.

El tiempo apremia y las soluciones deben llegar pronto. Aunque la temporada es joven, la imagen mostrada en estos últimos partidos enciende todas las alarmas en la capital española. El Real Madrid necesita una reacción inmediata para evitar que esta crisis se profundice y comprometa sus aspiraciones tanto en la Liga como en la Champions League.

Por primera vez en mucho tiempo, el mítico espíritu de las remontadas del Bernabéu no apareció, y el equipo sucumbió ante un rival que mostró mayor determinación y claridad táctica. La pregunta ahora es si Ancelotti encontrará las respuestas necesarias para revertir esta situación crítica que atraviesa el conjunto blanco.