Durante la conmemoración por los 200 años de la independencia en la mar, en Veracruz, la presidenta Claudia Sheinbaum sostuvo que el pueblo de México debe mantenerse alerta para defender la justicia y cualquier intento de injerencia externa, pues la historia demuestra que quienes convocan al odio nunca triunfan.
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“Mexicanas y mexicanos, hoy como ayer, estamos llamados a defender nuestra independencia y la justicia, las naciones del mundo miran a México con esperanza y admiración, porque aquí la patria se defiende con amor y cuando el amor por el pueblo, el amor por la patria y la razón se unen, el odio y el llamado al injerencismo se debilitan”, señaló.
Bicentenario de la Consolidación de la Independencia en la Mar. Veracruz, Veracruz https://t.co/mvIa8wOOY3
— Claudia Sheinbaum Pardo (@Claudiashein) November 23, 2025
El mensaje hiló la gesta de San Juan de Ulúa con episodios posteriores de defensa nacional y con las tareas actuales de las Fuerzas Armadas, presentadas como constructoras de paz, seguridad y apoyo humanitario, que deben emocionar y motivar a los mexicanos porque muestran una historia de defensa de la soberanía que se sostuvo con lealtad, valor y cercanía con el pueblo.
“Deben emocionarnos y motivarnos las hazañas de nuestras Fuerzas Armadas, que todos los días construyen paz y justicia con patriotismo junto a su pueblo. Las vemos en la inauguración de un tren que une territorios, en la mano extendida al vulnerable frente a la inundación, en los helicópteros que llevan alimento y esperanza, en la estrategia de seguridad que busca la paz para todas y todos”, dijo.
Ante la gobernadora de Veracruz, Rocío Nahle García, y representantes de los tres poderes de la Unión, la mandataria recordó que Veracruz fue escenario de invasiones, resistencias y gestas que dieron gloria a la nación, por lo que definió el acto como un momento para completar la epopeya iniciada en 1810 y consumada en las aguas del Golfo en 1825.
Definió que el bicentenario permitió recuperar una tradición republicana que nació con Guadalupe Victoria, Vicente Guerrero y Nicolás Bravo y que se sostuvo frente a crisis internas, tensiones políticas y amenazas externas que marcaron las primeras décadas de vida independiente.
Sheinbaum explicó que, tras la firma del Acta de Independencia en 1821, la joven nación enfrentó la ocupación de San Juan de Ulúa por parte del mariscal español José Dávila, quien desconoció la soberanía mexicana e intentó mantener la fortaleza como base para una posible reconquista, al tiempo que el país vivió la proclamación monárquica de Agustín de Iturbide, decisión que —según señaló— contradecía el espíritu republicano por el que lucharon quienes iniciaron la insurrección contra el orden colonial.
La presidenta recordó que el movimiento republicano encabezado por Guadalupe Victoria, Guerrero y Bravo corrigió el rumbo con la Constitución de 1824 y permitió que el gobierno actuara con claridad frente al enclave español en Veracruz, lo que abrió paso al nombramiento del capitán de fragata Pedro Sainz de Baranda al frente de la Marina y a la estrategia de bloqueo naval que, con la Fragata Libertad, los bergantines y varias balandras, cortó el abastecimiento de la guarnición enemiga y forzó la capitulación final.
Recordó que Sainz de Baranda, marino campechano formado en la Real Compañía de Guardiamarinas y veterano de Trafalgar, decidió abandonar la bandera española para servir a México. La mandataria señaló que la retirada de los últimos soldados españoles el 23 de noviembre de 1825 marcó la independencia plena, y exaltó la firmeza republicana de Guadalupe Victoria, la conducción de Sainz de Baranda y el respaldo del pueblo veracruzano como pilares de un episodio que debía recordarse para comprender el valor de una nación que resistió intervenciones posteriores, como la invasión estadounidense de 1846-1847, la intervención francesa de 1862 y la ocupación de 1914 en el mismo puerto.
