Rechaza oposición en San Lázaro reforma electoral de AMLO

PATRICIA RAMÍREZ Foto: Laura Lovera / El Sol de México Con los votos de toda la oposición, el pleno de la Cámara de Diputados desechó la iniciativa de reforma constitucional en materia electoral enviada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, que proponía sustituir el INE, con lo que propuesta quedó definitivamente desechada, aunque de

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PATRICIA RAMÍREZ

Foto: Laura Lovera / El Sol de México

Con los votos de toda la oposición, el pleno de la Cámara de Diputados desechó la iniciativa de reforma constitucional en materia electoral enviada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, que proponía sustituir el INE, con lo que propuesta quedó definitivamente desechada, aunque de inmediato se dio entrada a las iniciativas de reformas a las leyes secundarias.

En un ambiente caldeado en el que predominaron los gritos y descalificaciones, el dictamen de comisiones unidas recibió 225 votos en contra, 269 a favor y una abstención, por lo que no obtuvo la mayoría calificada necesaria para que pudiera ser avalada, al tratarse de una reforma constitucional.

Al grito de ¡No pasó, no pasó! por parte de un bando y ¡Es un honor estar con Obrador! la mesa directiva cantó la votación, cuyo destino estaba anunciado desde hace semanas.

Así, luego de más de cuatro horas de debate y en medio de un griterío, el presidente de la mesa directiva, Santiago Creel Miranda, declaró el rechazo de la propuesta del presidente Andrés Manuel López Obrador y cerró la sesión para de inmediato llamar a una segunda sesión, ahora para discutir las modificaciones a las leyes secundarias.

Al defender el dictamen de comisiones unidas, aunque ya estaba perdida, el coordinador de los diputados de Morena, Ignacio Mier Velazco, aseguró que lo que realmente están defiendo el PAN, PRI, PRD y Movimiento Ciudadano quieren es preservar sus intereses, porque es el único reducto que les queda y advirtió que son los mismos que votaron en contra de la pensión para los adultos mayores.

“Pasamos de una mafia del poder a una mafia electoral. No se engañen, lo que anima verdaderamente, lo que hay detrás de todo este ejercicio de demagogia, de mentiras que han utilizado esta tribuna, no es la expresión genuina de una coalición que quiere la democracia en beneficio del pueblo.

En tanto, el presidente de la Comisión de Gobernación y Población, el priista Alejandro Moreno Cárdenas, aseguró que la vida democrática de México ha pasado por reiteradas reformas y destacó que los atributos actuales de la democracia electoral se soportan en tres pilares: el Instituto Nacional Electoral, el sistema electoral mixto con diputados de mayoría y representación proporcional y el Tribunal Electoral.

“Las normas e instituciones pueden ser perfectibles, pero es cierto que el desempeño del andamiaje que construimos ha sido satisfactorio y el consenso sobre eventuales reformas se encuentra ausente en este momento. No es favorable la visión que tenemos respecto a lo que vive el país”, añadió.

Denunció que el dictamen votado no modificó ni una letra a la propuesta presidencial y con ello se quiere convertir al poder Legislativo en una ventanilla de trámite. “La democracia es una bandera que necesitamos impulsar todos; necesitamos una democracia que en sus definiciones nos agrupe, integre, consolide y dé paso a los grandes acuerdos”, sentenció.

El coordinador de los diputados del PAN, Jorge Romero Herrera, sentenció que no solamente el INE, sino tampoco el Tribunal Electoral no se toca, ni el voto libre ni la autonomía de las autoridades electorales. “La democracia es el bien más sagrado que tenemos como República y, por cierto, la democracia no es una concesión graciosa, no se la debemos a ningún partido o movimiento, mucho menos a un gobierno en particular”, enfatizó.

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La reforma rechazada proponía modificaciones a 17 artículos de la Constitución para sustituir al INE por el Instituto Nacional de Elecciones y Consultas (INEC), la reducción de 11 a 7 consejeros electorales y su elección por voto popular, al igual que en el caso de los magistrados electorales.

Asimismo, el presidente proponía disminuir de 500 a 300 el número de diputados federales y de 128 a 96 el de senadores, eliminando a los legisladores de mayoría relativa y estableciendo un sistema de proporcionalidad pura.