Reduce 4T gasto en educación básica

10, abril 2022

POR PATRICIA RAMÍREZ

Los recursos para educación básica disminuyeron 1.5 por ciento en términos reales de 2019 a la fecha, mientras que el programa La Escuelas es Nuestra, que entrega recursos directamente a comités de participación escolar, es el único programa que ha crecido consistentemente, aunque su eficacia no ha sido demostrada.

Pese a las declaraciones del gobierno federal y del presidente Andrés Manuel López Obrador en el sentido de que la educación es una de sus prioridades, las cifras demuestran lo contrario.

De acuerdo con un análisis del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados, en el presente ciclo escolar la secretaría de Educación Pública contempla un gasto de 29 mil 700 pesos por alumno, cantidad mayor a los 28 mil 600 pesos, que, si bien en términos nominales es mayor, en términos reales, descontando la inflación, es menor al anterior. 

Además, en estas cifras se incluyen las partidas correspondientes a las becas que se entregan a los alumnos de educación básica.

De acuerdo con el análisis de los recursos destinados a la función educación del gasto nacional, si bien la mayor parte de los recursos de este rubro se destinan a la educación básica, se observa una disminución en su participación porcentual en el periodo 2019-2022, pues los recursos aprobados pasaron de 64.4 a 62.4 por ciento del presupuesto total de la función educación.

“Es evidente que el presupuesto asignado a la educación básica en estos tres últimos años no ha aumentado en términos reales, como se pretendía al inicio de esta administración, debido principalmente por la contracción económica que se ha vivido a consecuencia de la doble crisis de la pandemia, si bien se ha vislumbrado una cierta resiliencia en el sector

educativo, también se han privilegiado los recursos a los programas más importantes y prioritarios en beneficio de la población más vulnerable”, acota el documento.

Con la llegada del nuevo gobierno inició la implementación, a partir de 2019, de la nueva estrategia educativa, dejando del lado la de 2013 y la sustituyó con un nuevo modelo basado en la contrarreforma constitucional aprobada con el impulso del gobierno de Morena.

Sin embargo, la presencia de la pandemia vino a lentificar la implantación del nuevo modelo educativo, de la misma manera que las medidas de distanciamiento social ocasionaron muchas limitaciones para las y los educandos y las familias en general. 

Particularmente, las de escasos recursos se han visto rebasadas al no tener las mismas oportunidades, al igual que los maestros en similares condiciones, al no estar preparados para hacer frente a la contingencia sanitaria, siendo que las clases a distancia necesitan de una infraestructura con la que no cuentan la mayoría de ellos ni los alumnos.

En este contexto, uno de los niveles más afectados ha sido el nivel básico, cuyo efecto más nocivo ha sido la deserción escolar. 

PANDEMIA EXPULSA A MILES

De acuerdo con el análisis legislativo, a consecuencia de la pandemia en los ciclos escolares 2019-2020 y 2020-2021 se registró una disminución de la matrícula escolar del nivel básico de 656 mil 72 alumnos, equivalente a 2.6 por ciento de la población escolar, de las cuales 21.0 por ciento corresponde a educación inicial, 8.6 por ciento a preescolar; 1.3 y 0.2 por ciento a educación primaria y secundaria respectivamente.

Y aunque la educación inicial no se consideraba obligatoria ni es parte de la educación básica, de acuerdo con el artículo 38 de la Ley General de Educación, se establece que el Estado, de manera progresiva, generará las condiciones para la prestación universal de ese servicio.

Según información de las Principales Cifras del Sistema Educativo Nacional, la educación básica registró una tasa neta escolarizada decreciente, pues en el ciclo escolar 2019-2020 esta se ubicó en 93.1 por ciento y al cierre del ciclo escolar 2020-2021 disminuyó en 1.9 puntos porcentuales tras ubicarse en 91.2 por ciento.