AIDA RAMÍREZ
Foto: Cortesía @Claudiashein
La Secretaría de Obras y Servicios (Sobse) del gobierno capitalino restauró, entre junio y octubre de este año, las 37 bancas de cantera construidas desde 1878, que se ubican en Paseo de la Reforma, entre Doctor Lieja y avenida Insurgentes, que estaban dañadas por comida, grasa, y hasta por los “festejos” que ahí se llevan a cabo de manera masiva.
Al respecto, el titular de la Sobse, Jesús Esteva Medina precisó que de las 37 bancas, 13 son grandes de seis copones y que suman 22 metros lineales y, 24 chicas de 8.21 metros lineales, por lo que en total suman una longitud de casi 500 metros lineales y una superficie de dos mil 643 metros cuadrados.
Para su restauración, que tuvo un costo de 8.5 millones de pesos, se utilizaron diferentes tipos de materiales, de acuerdo a lo señalado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH)
Para ello, explicó que para el soporte de las bancas, esto es, el asiento se utilizó cantera gris de Zumpango, y en los respaldos y en los copones se utilizó cantera de Huixquilucan; y en los trabajos intervinieron 46 restauradores, 25 mujeres y 21 hombres.
Informamos los avances de la restaurauración de monumentos históricos que hemos realizado en la ciudad. Me acompaña el secretario de Obras y Servicios, Jesús Esteva Medina. | #EnVivo🔴 https://t.co/91oAaaQJuN
— Dra. Claudia Sheinbaum (@Claudiashein) November 17, 2022
Esteva Medina comentó que las bancas de mayor antigüedad son las que se ubican en las rotondas “glorietas”, que eran los primeros sitios del siglo XIX, donde tenían estos paraderos.
Señaló que las bancas estaban dañadas con grafitis y propaganda hasta con alimentos, de grasa, “que eso también le hace mucho daño a este tipo de piedra”; los faltantes de piezas y elementos que componen ya por el intemperismo y también por el mal uso que en ocasiones se hace, en especial las de la Glorieta de la columna de la Independencia, “cuando se dan los festejos se suben encima de ellas, las sueltan, estaban muy flojas y eso genera parte de los daños que tenían”, y aunque no mencionó, cuando también hay marchas.
Para ello, se llevaron a cabo trabajos de limpieza con diferentes materiales, hasta la reparación y la restitución de 197 elementos, que significaron más de 8.60 metros cúbicos que equivalen a casi 20 toneladas de cantera lo que se reemplazó.
Explicó que las partes que no se pudieron sustituir fue porque así lo determinó el INAH, que “nos marcó el criterio de qué piezas podíamos tocar y cuáles no. De acuerdo a la vida que ven en la propia pieza, determinan que sigue siendo importante el registro histórico de estas bancas, lo que nos transmiten, de que son bancas antiguas, que son bancas que han tenido todo un uso y había piezas que nos pedían que no sustituyéramos a pesar de que se veían desgastadas o que tenían algún despostillamiento, entonces todavía van a llegar a ver piezas con estas características, sin embargo, son criterios que siguen –de conservación–, las autoridades que regulan estos trabajos”.
Por otro lado, señaló que desde 2019 se ha trabajado en la restauración de todos los basamentos de las esculturas, y que en total se rehabilitaron 72 esculturas y sus pedestales, así como 62 copones y sus basamentos, adicional a las bancas, además de la intervención que se hizo en su momento, al Ángel de la Independencia.
