Revela Álvarez-Buylla transferencias por más de 45 mil mdp del Conacyt a empresas privadas

26, octubre 2022

RITA MAGAÑA

Foto: @senadomexicano

La directora general del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, María Elena Álvarez-Buylla, reveló que en el gobierno de Vicente Fox y hasta el final del sexenio de Enrique Peña se transfirieron 45 mil 643 millones de pesos de las arcas del Conacyt a empresas privadas, como Monsanto, Continental, Volkswagen, Bayer, BMW y Honeywell.

Esa desviación económica, dijo, restó los apoyos que se daban a los estudiantes y a la investigación científica-básica y de frontera.

Al comparecer ante la Comisión de Ciencia y Tecnología del Senado por la Glosa del Cuarto Informe de Gobierno, Álvarez-Buylla detalló que al asumir la dirección del Conacyt, encontró una institución con subrogación de funciones sustantivas a empresas privadas, transferencias millonarias autorizadas al sector privado a costa del desarrollo científico y tecnológico nacional.

Añadió que también descubrió una tendencia privatizadora de los posgrados, dependencia tecnológica y una ineficiencia administrativa con grandes pasivos.

Señaló que durante la época neoliberal del Conacyt se generó una política de fideicomisos que fueron aumentando, hasta llegar a 91, tan sólo en el gobierno del panista Vicente Fox 40 se crearon.

Aseveró que, de los fondos de estos fideicomisos, uno de ellos, el Programa de Incentivos a la Innovación, se transfirieron millonarias cantidades al sector privado, con una rendición de cuentas deficiente.

“El ‘boom’ digámoslo así, el aceleramiento de estas transferencias se dio en el periodo de Felipe Calderón, sobre todo, de 2019 a 2012, en 2014 hubo un pico y sumaron 45 mil 643 millones de pesos transferidos vía el Conacyt al sector privado.

“¿A qué tipo de sector privado?, a muchos tipos de empresas, pero sorprende que se transfirió una cantidad de recursos grandísima a empresas transnacionales como Monsanto, Continental, Volkswagen, Bayer, BMW, Honeywell y una larga lista”, detalló.

Comentó que una primera acción que tomó, fue la de ordenar esta administración y tratar de hacer más eficiente la ministración de los recursos del pueblo que “son sagrados” y transferir lo menos posible.

Dijo que si había transferencias con metas concretas de innovación y desarrollo tecnológico a favor de la soberanía y “no con estos dispendios que, en muchos casos, no sustentaron siquiera desarrollos científicos y tecnológicos al seno de estas empresas”.

Precisó que el gobierno de México no debió subvencionar el desarrollo científico y tecnológico de estas empresas, pues puso en segundo plano, por completo, el apoyo a los estudiantes, a la investigación científica-básica y de frontera.