CÉSAR MARTÍNEZ
Nunca pierdas tu capacidad de asombro con las cosas que pasan en el fútbol mexicano. Nunca.
Con todo lo previsible que era la caída de Diego Cocca, a quien la nueva administración le había bajado ya el pulgar desde el primer día, siempre habrá detalles que nos hagan pensar: “Esto no lo veía venir”, o reacciones que no se tenían consideradas.
El mensaje de Juan Carlos Rodriguez, muy poderoso, fiel al estilo de alguien respaldado por quien manda en nuestro fútbol, tiene matices que habré de explicar a continuación.
El político en el que se busca recuperar posiciones que en el organigrama le pertenecen y que habían sido asignadas antes de su llegada a la FEMEXFUT.
La comisión de selecciones nacionales y todo lo que ello implique, no podía ser ajeno a la decisión de alguien acostumbrado a “tomar todo a donde llega.”
Ni Cocca ni mucho menos Ares eran “gente de La Bomba”. Sus días estaban contados.De hecho, la forma es fondo, el comisionado ni siquiera llegó al mismo hotel tricolor. Pintó su raya como se dice.
El otro punto tiene que ver con el populismo.
La “Ley del hielo” ejercida por la afición de Las Vegas el domingo los obliga a dar un mensaje en el que se lee entre líneas que, “La gente tiene voz, sus reacciones, consecuencias. Sus expresiones son tomadas en cuenta” y en consecuencia, se da el cambio de entrenador.
Un renglón abajo ya entra el aspecto deportivo. A través del mismo se busca que el seleccionado nacional tenga una mejor cara a la mostrada hasta ahora en la cancha y que pocas garantías te ofrece.
Con Jaime Lozano a quien los jugadores “conocen y quieren”, según palabras de Rodriguez, se busca un paso de calidad que con el saliente parecía harto complicado.
En resumen, en este “manotazo” total dado por el comisionado hay muchas lecturas que han sido tomadas en términos generales como positivas pero que pueden abrir varios frentes que enrarecen aún más el ambiente.
La entrevista concedida por Cocca a Televisión Azteca en el transcurso del día, da fe de este apunte.
En fin, a trabajar porque la cosa sinceramente está muy mal. Se viene una Copa Oro desdeñada por canadienses y estadounidenses. Ganarla es una obligación. Aunque dicho término les guste poco.
POR CIERTO
Con el de ayer, cuántos frentes abiertos tiene el grupo Orlegi en la actualidad.
Creo que son demasiados para tan poco tiempo.
De una organización modelo a una especie de ave de tempestades del fútbol nacional en la actualidad.
Los detractores crecen y algunas cuentas pendientes salen a la luz.
Muy peligroso.
VERDADES QUE DUELEN
Ha perdido capacidad el futbolista mexicano en años recientes.
No me quiero escuchar como persona de edad avanzada que en todo momento y situación sostiene que “todo tiempo pasadas fue mejor”.
Pero es evidente que en conceptos que tienen que ver con el fútbol en su máxima exigencia se han estancado y eso es, retroceder.
En aspectos de técnica, velocidad y físicos hoy parecen en desventaja contra la mayoría de selecciones de cierto nivel que se cruzan en el camino.
Hace tiempo ya, que no se ve un partido tricolor cercano a lo redondo, donde se vea una capacidad físico-atlética de primer orden.
Si alguien no lo quiere ver o lo quiere disfrazar con el argumento cliché de que “en el fútbol no se carga a nadie”, pues está incurriendo en una necedad.
Somos cada vez menos rápidos, menos altos, menos fuertes, con relación a selecciones que crecen día a día.
Allá quien no lo quiera ver…
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