SEGALMEX: más de 20 mil millones en corrupción

La Auditoría Superior de la Federación (ASF) destapa irregularidades en el gasto público cada año. Este año no fue la excepción: la Cuenta Pública 2023 reveló anomalías por más de 51 mil millones de pesos. Entre tantas cifras, hay un viejo conocido que sigue apareciendo en los reportes: Seguridad Alimentaria Mexicana, mejor conocida como Segalmex.

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Juan Ortiz

La Auditoría Superior de la Federación (ASF) destapa irregularidades en el gasto público cada año. Este año no fue la excepción: la Cuenta Pública 2023 reveló anomalías por más de 51 mil millones de pesos.

Entre tantas cifras, hay un viejo conocido que sigue apareciendo en los reportes: Seguridad Alimentaria Mexicana, mejor conocida como Segalmex.

Este organismo nació con la promesa de garantizar alimentos accesibles a las comunidades más pobres de México. Un ideal que, en el papel, suena noble. Pero en la práctica, Segalmex se convirtió en el peor escándalo de corrupción del sexenio de López Obrador. Aunque no el único, por cierto.

La ASF lo confirmó en la última entrega de fiscalización de la Cuenta Pública 2023: Segalmex sigue desviando dinero. Ahora, en su penúltimo año de operaciones antes de ser absorbido por las Tiendas del Bienestar, sumó nuevas anomalías por 146 millones de pesos.

Dinero para maíz que no llegó a los almacenes. Pagos millonarios por transportes que nunca se hicieron. Empresas contratadas sin acreditar que prestaron los servicios. Todo con el mismo patrón de siempre: sin control, sin supervisión y sin consecuencias.

FRAUDES DEL BIENESTAR

La historia de Segalmex no es nueva. Desde 2019, esta dependencia ha sido un barril sin fondo. Lo mismo pasó con Diconsa, que opera tiendas comunitarias, y Liconsa, encargada del programa de leche subsidiada.

Año tras año, los informes de la ASF han dejado clara una realidad: el dinero destinado a la seguridad alimentaria de los más pobres ha sido una caja chica para la corrupción.

Basta con mirar lo último que detectó la Auditoría. Camiones pagados para mover toneladas de maíz que nunca llegaron a su destino. Frijol que desapareció entre bodegas sin registro. Contratos firmados con empresas sin entregar pruebas de que cumplieron. Pagos a proveedores que, al cruzar los datos, resultó que ya estaban muertos. Parece una broma de mal gusto, pero es dinero real, que debía alimentar a cientos de miles de familias.

En total, las irregularidades de Segalmex, Diconsa y Liconsa en cinco años ya superan los 20 mil millones de pesos. Y lo más preocupante es que, en lugar de rendir cuentas, la respuesta del gobierno fue otra: desaparecer el nombre y seguir adelante.

BAJO LA ALFOMBRA

Claudia Sheinbaum anunció la extinción de Segalmex en 2024. Pero ¿qué cambió realmente? Lo que antes se llamaba Segalmex y Diconsa, ahora será Tiendas del Bienestar. Un simple cambio de nombre, pero con los mismos problemas detrás.

Esta estrategia ya la hemos visto antes. Cuando el Insabi fracasó, lo borraron del mapa sin explicar qué pasó con su presupuesto. Ahora, la seguridad alimentaria corre la misma suerte: se cierra un capítulo sin castigar a los responsables.

Ignacio Ovalle, el primer director de Segalmex, no pasó ni un solo día en prisión. Luego fue premiado con perdón y olvido. Y la mayoría del dinero esfumado nunca se recuperó.

FOCO EN EL INAI

En estos días, el discurso del oficialismo se ha concentrado en atacar al INAI, la institución encargada de la transparencia en México. Pero ¿qué hay de Segalmex? ¿Qué hay de los miles de millones de pesos que siguen sin aclararse? También debe sancionarse.

La extinción de Segalmex no significa justicia, sino un intento de enterrar el escándalo bajo la alfombra, mientras se abre otra fachada con los mismos errores sin resolver.

Ahora otra pregunta: ¿cuántos millones más se perderán con las Tiendas del Bienestar antes de que alguien rinda cuentas? Porque la corrupción no desaparece con un decreto. Se castiga o se repite.