Sheinbaum critica los intentos pasados de privatización de Pemex y ensalza la recuperación actual de la empresa pública

La presidenta firmó un decreto por el que se expiden diversas leyes en materia energética; se publicarán en el DOF



Foto: Aracely Martínez / OVACIONES

En el marco del 87 aniversario de la expropiación petrolera, la presidenta Claudia Sheinbaum hizo un recuento histórico para criticar los intentos de privatización de Petróleos Mexicanos (Pemex) en sexenios anteriores: “A partir del periodo neoliberal, en 1982, y en particular a partir de 1988 –año en que debería haber sido presidente el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, pero que el fraude electoral no lo permitió–, se impuso, a contrapelo de la voluntad del pueblo de México, un modelo de desarrollo que permaneció hasta el 2018: el oscuro periodo neoliberal.

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A partir de entonces, los gobiernos dilapidaron los recursos de la nación, vendieron las empresas públicas y dilapidaron también el petróleo, buscando a toda costa la privatización y el desmantelamiento de Pemex.

Ahí comenzó este deseo de privatización al que, en muchos momentos, el pueblo de México se opuso”.
De aquella época al año 2000, recordó, “no pudieron cambiar la Constitución, pero sí diversas leyes, con el objetivo de privatizar Pemex y la CFE, un proceso que dañó a la nación.

Entre 2002 y 2012, a los gobiernos panistas les tocó los precios más altos de petróleo a nivel mundial. Vicente Fox administró, por concepto de ingresos petroleros, 335 mil millones de dólares y, de excedente petrolero, 10 mil mdd entre 2004 y 2006. Ya en 2007, otro presidente espurio, Felipe Calderón, recibió 12 mil mdd por los precios altos del petróleo y en 2008 16 mil mdd”.

La pregunta, sostuvo, es: “¿Dónde quedó ese recurso, producto de la sobreexplotación del pozo Cantarell? No quedó nada, si acaso, en media barda de la refinería de Tula. Entre el gobierno de Calderón y Enrique Peña Nieto (2012-2018), la deuda de Pemex creció al doble hasta llegar a 106 mil mdd, es decir, excedentes petroleros históricos y, al mismo tiempo, endeudamiento de la empresa”.

Abandono y desmantelamiento de Pemex


Lo absurdo de esto, subrayó Sheinbaum, “es que, a pesar del endeudamiento, bajó la producción en más de 400 mil barriles diarios y se abandonaron las refinerías de Pemex y, por supuesto, se desmanteló la industria petroquímica. Hubo escándalos de corrupción, como el caso de Oberdrecht o los moches vinculados a la reforma de 2013. Después de todo esto, no fue sino hasta ese año que lograron cambiar la Constitución. Pomposamente dijeron que Pemex y CFE iban a ser empresas productivas del Estado, como si esto les diera más posibilidades de desarrollo. En realidad, se trató de un nuevo proceso de desmantelamiento de las empresas públicas. De ahí siguió la entrega de bloques completos de territorio nacional para la producción de petróleo por parte de empresas privadas que, en realidad, nunca produjeron, pues lo único que hicieron fue aumentar sus valores en bolsa. Y nuevamente, el desmantelamiento de Pemex”.

Tributo a Lázaro Cárdenas

Ante la presencia de Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, excandidato presidencial y vástago del general Lázaro Cárdenas, que expropió el petróleo en 1938, Sheinbaum aseguró: “El general Lázaro Cárdenas, uno de los mejores presidentes de México, dejó grandes legados. Uno de ellos fue la expropiación petrolera y la creación de Petróleos Mexicanos. Un día después de la expropiación, dijo: ‘Ayer se decretó la expropiación de las instalaciones industriales de las empresas petroleras que operan en el país.

A las 22:00 horas de ayer, 18 de marzo, dirigí en Palacio Nacional un mensaje a la nación, participándole el paso trascendental que da el gobierno de México, reivindicando la riqueza petrolera que explotaban las empresas extranjeras. Pedí el respaldo del pueblo por la dignidad de México, que pretenden burlar los extranjeros que han obtenido grandes beneficios de nuestros recursos naturales y que abusan considerándose ajenos a los problemas del país.

Con voluntad y un poco de sacrificio del pueblo para resistir los ataques de los intereses afectados, México logrará salir airoso. Para ello, confío en su comprensión y su patriotismo. Hoy podrá la nación fincar buena parte de su crédito en la industria del petróleo y desarrollar con amplitud su economía’”.
Y así fue, explicó la presidenta, como la expropiación petrolera permitió el desarrollo del país hasta nuestros días.

Pemex con AMLO, sin deuda y productiva

Lo bueno es que, en 2018, aseguró Sheinbaum, “el pueblo de México cambió la historia del país, pues llegó el presidente López Obrador y comenzó la recuperación y el rescate de Pemex.

La empresa se desendeudó y, al mismo tiempo, empezó el aumento de su producción y la recuperación de su capacidad de refinación de crudo. Ahí inició la recuperación de Pemex: aumentó su producción a 1.8 millones de barriles diarios y comenzó la soberanía energética en cuanto a hidrocarburos.

Al cierre de su periodo presidencial, envió una reforma constitucional que hemos fortalecido. En 2024 se aprobó la reforma que recupera a Pemex y a CFE como empresas públicas del Estado. Es la reversión de la reforma del 2013”.

Se agregó algo fundamental en el artículo 28, comentó: “Pemex y CFE no deben ser consideradas como monopolio. Eso significa que ambas tienen preponderancia en la producción de petróleo, refinación y generación de electricidad. Esa es la esencia de la expropiación de hace 87 años”.

Leyes energéticas

Hoy, dijo Sheinbaum, “el mejor homenaje que podemos hacer al general Lázaro Cárdenas y al pueblo de México de entonces y de ahora, es la publicación, en el Diario Oficial de la Federación, de todas leyes secundarias asociadas a la recuperación de Pemex y de CFE.

Algo de lo más importante es que se recuperan verticalmente las empresas, es decir, lo que se hizo en 1992 de separar a Pemex para privatizarlo, comienza el día de hoy la integración vertical para fortalecer su eficiencia y rendimiento como empresa pública.

Durante el acto, la presidenta firmó un decreto por el que se expiden la Ley de la Empresa Pública del Estado de la CFE, Ley de la Empresa Pública del Estado de Pemex, Ley del Sector Eléctrico, Ley del Sector Hidrocarburos, Ley de Planeación y Transición Energética, Ley de Biocombustibles, Ley de Geotermia y la Ley de la Comisión Nacional de Energía.

Silva Herzog, patriota

En el acto conmemorativo llevado a cabo en la explanada del Centro Administrativo Pemex, en la Ciudad de México, la jefa del Ejecutivo recordó un discurso que rescató hace 12 años: “En 2013, cuando inició el movimiento en contra de la privatización de Pemex, leí un discurso frente al Hemiciclo a Juárez, que es original de don Jesús Silva Herzog.

Como alto funcionario de Pemex, él fue el encargado de comprar y abanderar el primer barco de la flota petrolera mexicana. Le puso por nombre Cerro Azul, pues así se llamó un yacimiento muy productivo.

El 21 de enero de 1940, Silva Herzog pronunció un encendido discurso en Tampico frente a los marineros que habían traído el barco desde Alabama, comprado a los noruegos.

Los marineros mexicanos lo trajeron pese a que nunca habían operado una embarcación con motores diésel. Tras algunas indicaciones que les dieron mediante intérpretes, los mexicanos se hicieron a la mar”.

Lo que sigue, indicó, es una parte del discurso de Silva: “Es indudable que uno de los acontecimientos de mayor trascendencia en la historia de México ha sido la expropiación de las compañías petroleras, puesto que ello ha significado el principio de nuestra libertad económica.

Claro está que la expropiación de los bienes de las empresas que durante 40 años explotaron el subsuelo de México y al trabajador petrolero, ha traído, como inevitable consecuencia, una lucha dura y enconada, pero no hay que olvidar que un pueblo no conquista su libertad pidiéndola por favor a sus explotadores, sino luchando con decisión, constancia y valentía”.

Y continuó citando a Silva Herzog: “Y aquí estamos ahora, en la cubierta de este barco, en actitud de lucha, para contestar con hechos objetivos a las noticias calumniosas que hacen publicar, en ciertos periódicos, los destacados de adentro y los mercaderes de afuera, mercaderes sin patria y sin ideal.

Aquí estamos respondiendo a la calumnia con la adquisición de este barco, con hechos constructivos, dando un mentís irrefutable a quienes hablan de la incapacidad de los mexicanos para manejar la industria petrolera. Aquí estamos hoy como hemos estado ayer y como estaremos mañana, siempre alertas para defender los legítimos y sagrados intereses de México.

Cerro Azul se llama desde ahora este barco, nombre simbólico, así se llama uno de los pozos más productivos que jamás hayan existido en el mundo; así se llama un pozo de maravilla que ha producido millones y millones de barriles de petróleo y millones y millones de pesos que, hasta hace poco, nunca fueron para beneficio de los mexicanos. Millones de pesos o dólares, que han ido a parar a los bolsillos de los magnates petroleros que viven en tierra extranjera y que, ahora con las riquezas extraídas del subsuelo nuestro y del trabajo de los nuestros, pagan la campaña de informaciones falsas en contra del gobierno y el pueblo de México”.

La presidenta de México remató su participación ya en sus propias palabras: “Así que aquí estamos, por voluntad del pueblo de México, recuperando las empresas del pueblo y de la nación; recuperando soberanía, dignidad, esperanza y porvenir”.