La presidenta Claudia Sheinbaum afirmó que mantiene una relación de respeto y profunda cercanía con Andrés Manuel López Obrador, a quien definió como “un gran presidente”, y señaló que su nuevo libro dedicado a la grandeza cultural de México refuerza el proyecto político de la Cuarta Transformación.
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A su llegada a Cuernavaca para la reapertura del Hospital General del ISSSTE, Sheinbaum destacó que no lo ha encontrado en recientes visitas a la Ciudad de México, pero mantiene comunicación por medio de su familia y expresó que su administración gobierna con unidad y orgullo del movimiento.
Subrayó que Grandeza, el libro que anunció en ese mensaje, retoma la visión histórica centrada en la civilización originaria, a la que definió como pilar del humanismo mexicano, una visión vinculada directamente con la continuidad del proyecto político que encabeza y con la unidad de un movimiento surgido desde abajo y no impuesto por élites.
Desde el acto oficial, la presidenta enmarcó el libro en una narrativa que recuperó la resistencia cultural de los pueblos originarios, destacando su riqueza científica, moral y comunitaria.
Afirmó que esa herencia “forma el México de hoy” frente a siglos de intentos por minimizar su valor; sostuvo que López Obrador consolidó esa interpretación histórica y que ahora, desde el pensamiento, aporta un legado que acompaña la etapa que ella conduce desde el Ejecutivo federal.
Sheinbaum sostuvo que la obra de López Obrador reafirma que los valores de ayuda mutua, pertenencia comunitaria y arraigo familiar provienen de las culturas originarias.
Enfatizó que el reconocimiento de esa raíz ha sido clave para la Cuarta Transformación; reiteró que su gobierno mantiene el compromiso de defender ese legado, combatir el racismo y clasismo, y promover el orgullo por la identidad nacional, entendida desde su dimensión histórica y multicultural.
La mandataria afirmó que la transformación política que encabeza responde a una larga lucha social, que confrontó fraudes electorales y prácticas oligárquicas, y sostuvo que el triunfo de 2018 representó un rechazo al modelo neoliberal.
Añadió que esa transición se ha traducido en derechos universales hoy vigentes: la pensión para personas adultas mayores, apoyos para personas con discapacidad, becas para jóvenes y estudiantes, y programas para el campo como Sembrando Vida, al que calificó como la intervención ambiental más amplia del país.
Sheinbaum insistió en que la creación del IMSS-Bienestar y el fortalecimiento del ISSSTE corrigen un periodo de privatizaciones que afectaron los servicios.
Aseguró que eliminar los seguros de gastos médicos mayores para altos funcionarios redujo privilegios y permitió reinvertir recursos en hospitales públicos; añadió que la meta es consolidar un sistema universal de salud, sin restricciones administrativas heredadas de modelos previos.
La presidenta defendió la política salarial que elevó el salario mínimo en 125% durante la administración anterior y afirmó que ese incremento no generó inflación ni inhibió la inversión extranjera directa, “la más alta registrada”.
Sheinbaum sostuvo que el humanismo mexicano descansa en dos anclas: la grandeza cultural de los pueblos originarios y la historia patria que incluye a Hidalgo, Morelos, Leona Vicario, Juárez y los líderes revolucionarios; afirmó que ese legado traza el horizonte ético del proyecto actual y desmonta intentos conservadores por reinterpretar el pasado.
Vinculó esa lectura histórica con su llamado a la movilización en el Zócalo el próximo 6 de diciembre, al que convocó “para afirmar que en México el pueblo manda”.

Foto: Presidencia



