“Los invito el 6 de diciembre al Zócalo de la Ciudad de México a celebrar siete años de transformación“, dijo la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo al cierre de la Inauguración del Hospital General de Especialidades número 13 del IMSS, en Tuxtla Gutiérrez.

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Afirmó que el movimiento político que encabeza atraviesa un momento de fortaleza porque gobierna con apego a principios históricos vinculados con la justicia social, la igualdad y la convicción de que la transformación nacional tiene raíces en luchas fundadoras como la Independencia, la Reforma y la Revolución mexicana.

En Chiapas señaló que amplios sectores sociales respaldan la continuidad del proyecto surgido en 2018 y ratificado en 2024, pues la mayor parte de la población —incluidos empresarios, trabajadores, comerciantes, campesinos y agricultores— acompaña las decisiones del gobierno federal, mientras un grupo reducido intenta preservar privilegios que, según expuso, ya no son compatibles con un país que definió una orientación distinta basada en el humanismo y en la prioridad de atender a quienes han vivido en condiciones más desventajosas.

Desde esta premisa expuso que el principio “por el bien de todos, primero los pobres” forma parte de una tradición de justicia social que atraviesa la historia nacional desde Hidalgo y Morelos hasta el constitucionalismo del siglo XIX.

Argumentó que esta noción sostiene el actual modelo de desarrollo, impulsado bajo criterios de honestidad, redistribución y fortalecimiento de capacidades productivas, lo que, a su juicio, explica indicadores recientes como el incremento de inversión extranjera directa pese a presiones arancelarias externas.

Destacó la estabilidad del peso mexicano frente a otras monedas del continente y sostuvo que las reformas laborales adoptadas en el sexenio pasado incrementaron la afiliación al Seguro Social, ampliaron derechos de las y los trabajadores y robustecieron las finanzas del IMSS, institución que atiende a cerca de 54 por ciento de la población.

A continuación delineó el papel del IMSS-Bienestar en los estados que decidieron integrarse al nuevo esquema de atención, un sistema que hoy da cobertura a personas sin seguridad social previa y que, según dijo, se encuentra en proceso de fortalecimiento a partir de reuniones semanales entre las tres instituciones, el secretario de Salud y sus equipos para resolver carencias, garantizar insumos, mejorar salarios del personal y asegurar que exista articulación entre los distintos niveles de atención.

Sheinbaum planteó que en un plazo estimado entre año y medio y dos años México contará con un sistema universal de salud que permita a cualquier persona recibir atención primaria en cualquier centro, sin importar si pertenece al IMSS, al ISSSTE o al IMSS-Bienestar, con el objetivo de detectar a tiempo padecimientos crónicos como diabetes e hipertensión para evitar saturaciones en el segundo nivel y generar un modelo preventivo que reduzca brechas de acceso y mejore la calidad de vida en todo el país.

Anunció que en enero de 2026 iniciará la credencialización del Sistema Nacional de Salud Pública, un documento que identificará la adscripción institucional de cada ciudadano y que ofrecerá la opción de compartir expedientes médicos entre centros de atención, lo que permitirá que una persona en tránsito laboral o con cambios de estatus de aseguramiento reciba tratamiento continuo sin interrupciones y con la transferencia administrativa correspondiente entre instituciones.