Luego de un acto oficial celebrado en Guerrero en memoria de Rubén Figueroa Figueroa, exgobernador del estado y responsable de la persecución y muerte del maestro rural Lucio Cabañas Barrientos en 1974, la presidenta Claudia Sheinbaum pidió al Congreso de Guerrero revisar el listado de conmemoraciones.

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El homenaje, incluido en los llamados “días cívicos” —una fecha establecida por ley en el calendario estatal—, desató críticas en redes sociales y entre organizaciones sociales que lo consideraron un agravio a las víctimas de la represión en la Sierra de Atoyac.

Sin embargo, la mandataria consideró necesario que las autoridades guerrerenses revisen ese listado de conmemoraciones, pues el personaje “se caracterizó por la represión al pueblo de Guerrero”.

Subrayó que, en un contexto de transformación nacional, resulta fundamental que las instituciones educativas y de gobierno transmitan valores de justicia y respeto a los derechos humanos.

La mandataria destacó que su gobierno ha impulsado una política de memoria centrada en las víctimas y no en los represores, como parte de la reivindicación histórica que distingue a la Cuarta Transformación.

“Sí tiene que revisar Guerrero si está en los días cívicos a esta persona”, afirmó.
Recalcó que Rubén Figueroa fue una figura identificada con el autoritarismo de los años setenta, periodo marcado por la violencia política y la persecución de movimientos sociales en diversas regiones del país.

El comentario presidencial surgió tras un fin de semana de debate público en torno al homenaje al exmandatario priista, cuya gestión fue señalada por organizaciones civiles por ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas y represión sistemática.

La polémica se amplificó en medios digitales y redes sociales, donde se cuestionó la pertinencia de que la administración estatal incluyera a Figueroa entre los personajes conmemorados oficialmente.