Ante la decisión unilateral del gobierno de Estados Unidos de imponer 25% de impuestos a México, “hemos decidido responder con medidas arancelarias y no arancelarias que anunciaré en plaza pública el próximo domingo”, dijo Claudia Sheinbaum durante su conferencia mañanera.

La presidenta de México aclaró que el propósito “no es, de ninguna manera, iniciar una confrontación económica o comercial que, desafortunada y lamentablemente, es lo opuesto a lo que deberíamos estar haciendo. Es decir, integrar más nuestras economías para fortalecer nuestra región ante el avance económico y comercial de otras regiones.

En ese sentido, enfatizó: “Es inconcebible que no se piense en el daño que se causará tanto a ciudadanos y empresas de Estados Unidos por el incremento en el precio de los artículos que se producen en nuestro país, como también el daño que se generará por detener la creación de empleos en ambos países”. Y asentó: “Nadie gana con esta decisión, por el contrario, afecta a los pueblos que representamos”.

El lunes, reprochó Sheinbaum, el gobierno de Estados Unidos, “después de 30 días de pausa, decidió unilateralmente imponer 25% de aranceles a las exportaciones de México, a pesar del Tratado Comercial firmado por el propio presidente Donald Trump en su primer mandato y de que en estos 30 días se desarrollaron acciones contundentes contra la delincuencia organizada y el tráfico de fentanilo, así como reuniones bilaterales de seguridad y comercio, que llegaron a acuerdos sustantivos de cooperación entre ambos países”.

En ese sentido, la jefa del Ejecutivo federal detalló que, desde que dio inicio su gobierno, el 1 octubre de 2024, el gobierno mexicano ha trabajado arduamente para alcanzar diversos resultados positivos en materia de seguridad. “Por ejemplo, en el caso de tráfico de fentanilo, las propias cifras de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de ese país (CBP por sus siglas en inglés) muestran que las incautaciones de fentanilo en Estados Unidos provenientes de México, se redujeron en 50% de octubre de 2024 a enero de 2025″.

Asimismo, brindó información específica acerca de otros resultados que ha obtenido su gestión en materia de seguridad en los cinco meses de su gobierno: aseguramiento de 6 mil 998 armas de fuego (75% de las cuales provienen de armerías de EU) y de 121.4 toneladas de drogas, incluyendo mil 260 kilogramos de fentanilo y un millón 332 mil 126 pastillas del mismo opioide sintético.

Asimismo, continuó, “se han desmantelado 329 laboratorios clandestinos para la elaboración de metanfetaminas, y se ha incautado la cifra histórica de 26.4 toneladas de cocaína en operaciones marítimas. Fueron detenidas 13 mil 858 personas por delitos de alto impacto y recientemente fueron trasladados a Estados Unidos 29 personas privadas de su libertad, acusadas de graves delitos relacionados con violencia y narcotráfico, para beneficio de la seguridad de ambos países”.

Muchos narcotraficantes son ciudadanos estadunidenses

Con datos reportados por el propio CPB, la presidenta de México intentó contrarrestar la idea que en el trasiego y distribución de drogas en EU sólo participan delincuentes mexicanos: “Datos de 2024, publicados por el Instituto Cato de Washington, revelan que 80 por ciento de los detenidos en los puertos de entrada de Estados Unidos por tráfico de fentanilo, entre 2019 y 2024, fueron ciudadanos estadunidenses, incluso la comisión de sentencias informa que el 81.9% de los procesados por tráfico de drogas son de nacionalidad estadunidense”.

Mitin déjà vu

¿Historia circular o coincidencia? El primero de septiembre de 1982, durante el último año de su mandato, el presidente José López Portillo emitió dos decretos que dejaron al país en conmoción: el primero nacionalizó los bancos privados del país y el otro estableció el control generalizado de cambios, “no como una política superviviente del más vale tarde que nunca, sino porque hasta ahora se han dado las condiciones críticas que los requieren y justifican”. Y dicho esto ante el Congreso, arengó con vigor: “¡Es ahora o nunca! ¡Ya nos saquearon! ¡México no se ha acabado! ¡No nos volverán a saquear!“.

Para defender su postura y para lograr el respaldo popular, el titular del poder Ejecutivo de hace 43 años convocó al pueblo a acudir al Zócalo. Ese mitin de apoyo se llevó a cabo el viernes 3 de septiembre, a mediodía, bajo la consigna: “¡Viva la nacionalización de la banca! ¡viva el control general de cambios! ¡Viva México!“. Y así fue como López Portillo, a través de una concentración masiva en el corazón de la República, intentó unir a la nación.