La píldora anticonceptiva es mucho más que un método para evitar embarazos: su creación impactó la salud reproductiva, la sociedad y el empoderamiento femenino a nivel global. Así lo recordó Octavio Miramontes Vidal, hijo del científico mexicano Luis Miramontes, durante el ciclo La Ciencia más allá del Aula, organizado por la Facultad de Química de la UNAM.

La visión de Luis Miramontes

Luis Miramontes, ingeniero químico de la UNAM, sintetizó la noretisterona, molécula base de la primera píldora anticonceptiva, y previó sus efectos en la sociedad. Su hijo señaló que, según proyecciones, para 2100 la población mundial se estabilizará, pero sin la existencia de la píldora, “se habría duplicado”.

“Si la población creciera desbocadamente, se pondría en riesgo el acceso a los recursos naturales y podrían surgir conflictos armados y otras calamidades”, recordaba Miramontes padre.

Impacto en la sociedad y empoderamiento femenino

La creación de la píldora permitió a las mujeres:

• Decidir sobre la planificación familiar y el momento de tener hijos.
• Acceder a la educación y al mercado laboral, participando en sectores antes limitados, como la aviación comercial.
• Asumir roles de liderazgo, hoy presentes en universidades, empresas, parlamentos y gobiernos.

Según Octavio Miramontes, este avance es uno de los mayores aportes de la ciencia mexicana del siglo XX a la humanidad.

Orígenes y formación de Luis Miramontes

Luis Miramontes nació el 16 de marzo de 1925 en Tepic, Nayarit. Fue criado por su madre y su tía, María Dolores Cárdenas Aréchiga, maestra rural que fomentó su curiosidad y amor por la ciencia. Inspirado por el libro Cazadores de microbios, estudió en la Escuela Nacional Preparatoria No. 1, la Escuela de Ciencias Químicas y el Instituto de Química de la UNAM, donde obtuvo su doctorado.

La síntesis de la píldora anticonceptiva

Entre 1950 y 1954, en la empresa Syntex, Luis Miramontes contribuyó a la síntesis de la primera molécula sintética con acción anovulatoria. La patente se concedió en 1956, y posteriormente se licenció a farmacéuticas de Estados Unidos y Europa.

Aunque la primera píldora comercial, Enovid, enfrentó resistencia de grupos conservadores y de la Iglesia católica, su impacto fue histórico: transformó la salud reproductiva y el rol de la mujer en la sociedad.