Hace medio siglo, la historia de los Pittsburgh Steelers —y la NFL en general—cambió para siempre. El 23 de diciembre de 1972, los dirigidos por Chuck Noll enfrentaron a los entonces llamados Oakland Raiders, cuando ocurrió una polémica jugada que fue bautizada como la Inmaculada Recepción, y así comenzó la dinastía acerera de cuatro títulos de Super Bowl. Muchas cosas han cambiado desde entonces y ahora, estos dos equipos se encuentran lejos de su mejor versión. Pero lo que se ha preservado, es el profundo odio que se tienen.
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Ahora los Raiders juegan en Las Vegas, donde el próximo domingo 13 de octubre en el Allegan Stadium recibirán a los de negro y oro en el juego 33 de esta rivalidad. Los llamados Malosos lideran el historial con foja de 17-15, sin embargo, han perdido ante el conjunto dirigido por Mike Tomlin en sus últimos dos enfrentamientos. De esta manera, Pittsburgh (3-2) intentará aprovechar esta inercia positiva ante Raiders (2-3) para evitar una racha de tres derrotas consecutivas que sería catastrófica para sus aspiraciones de postemporada.
Los dirigidos por Antonio Pierce vienen de una desmoralizante derrota por 34-18 ante Denver Broncos, mientras que en la quinta semana, Pittsburgh fue anfitrión de un Juego de Domingo por la Noche que se prolongó hasta el lunes debido a un retraso por el clima y terminó con una victoria los Dallas Cowboys en el último minuto por 20-17, lo que provocó una profunda tristeza entre la Steeler Nation.
Pero qué mejor para sanar heridas que enfrentar a un equipo en ruinas y con su receptor estrella Davante Adams entre rumores de intercambio mientras abundan las preguntas sobre quién estará como quarterback titular, luego de que Gardner Minshew lanzara dos intercepciones y fuera enviado a la banca para dar lugar a Aidan O’Connell durante la derrota del equipo ante los Broncos. De hecho, el entrenador en jefe aún no sabe quién será el titular contra la Cortina de Acero.
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Además, en sus dos partidos previos en casa esta temporada, Las Vegas fue humillado por los Carolina Panthers en la Semana 3 antes de derrotar a los Cleveland Browns siete días después. Los Steelers comenzaron el año con tres victorias consecutivas, con victorias ante los Atlanta Falcons, Broncos y Los Angeles Chargers gracias a la fortaleza de una tremenda defensa que limitó a la oposición a un total de 26 puntos y una ofensiva de control del balón liderada por el mariscal de campo Justin Fields.
Pero esas buenas notas se esfumaron en la sorprendente derrota ante los Indianapolis Colts. La falta de ejecución en terceras oportunidades, además de una secundaria que permitió demasiados receptores abiertos, especialmente al final, terminó por enterrar al equipo contra Dallas. Ahora que el lesionado Russell Wilson está cerca de regresar, no se sabe cuánto tiempo más Fields tendrá el puesto de titular.
Los Steelers han limitado a sus oponentes a 91.2 yardas por partido por tierra, por lo que son el cuarto lugar en la liga en ese rubro. La ofensiva de los Raiders ha promediado 84 yardas terrestres, la tercera peor tasa de todas. Si Las Vegas quiere prevalecer en este enfrentamiento, no puede apostar solo al juego aéreo, donde incluso eso sería difícil de lograr, pues ya sea Minshew u O’Connell en los controles es probable que ambos se enfrenten a TJ Watt —quien contra Dallas en la que registró 1.5 capturas y tuvo múltiples presiones a Dak Prescott— al menos un par de veces.
Los Raiders están empatados en el cuarto lugar en cuanto a la mayor cantidad de capturas permitidas esta temporada con 17, mientras la defensa de Pittsburgh ha forzado ocho pérdidas de balón y ha cometido cuatro esta temporada. De esta manera, todo apunta a que el conjunto de la AFC Norte puede retomar el camino del triunfo en una tierra fértil como es la de Las Vegas.
Lamar Jackson, ¿contra Lamar Jackson 2.0?
El Jayden Daniels se ha convertido en la más grata sorpresa de la liga con los Washington Commanders. Es el primer jugador en la historia de la NFL con al menos mil yardas aéreas (mil 135) y cuando menos 250 yardas terrestres (300) en los primeros cinco juegos de una temporada, lo que ha impulsado a los de la NFC Este a tener un sorprendente récord de 4-1. Pero ahora, tiene la misión de mostrarse igual de sólido ante los poderosos Baltimore Ravens, que con el MVP Lamar Jackson de su lado, no será misión sencilla.
Con una victoria en Baltimore el domingo, Daniels puede convertirse en el segundo mariscal de campo novato desde 1950 en iniciar y ganar cinco de los primeros seis juegos de una temporada de su equipo, con lo que se uniría a Dak Prescott, quien lo hizo en 2016 con Dallas Cowboys. También puede convertirse en el tercer quarterback novato en los últimos ocho años en llevar a su equipo a una racha ganadora de cinco juegos, uniéndose a Mac Jones (racha ganadora de siete juegos en 2021) y Brock Purdy (racha ganadora de cinco juegos en 2022).
Los Commanders han anotado al menos 30 puntos en cada uno de sus tres últimos juegos y con al menos 30 puntos el domingo, pueden convertirse en el segundo equipo desde 1950 en anotar 30 o más en cuatro partidos consecutivos iniciados por un mariscal de campo novato, con lo que se unirían a los Houston Texans de 2017 cuando hilvanaron cinco juegos consecutivos con Deshaun Watson. Para Baltimore parece ser un duelo no tan complicado si se toma en cuenta que viene de tres victorias de manera seguida frente rivales de cuidado como Cowboys, Buffalo Bills y Cincinnati Bengals.
Lions vs Cowboys, con sabor a Playoffs
Dos de los favoritos de este año en la NFC se enfrentan este fin de semana cuando los Dallas Cowboys reciban a los Detroit Lions en el AT&T Stadium. Cada equipo cuenta con tres sólidas victorias en cinco semanas, pero los felinos vienen de un descanso, mientras que la Estrella Solitaria viene de dar la campanada en Pittsburgh al derrotar a los Steelers. Si bien Jared Goff ha sido notoriamente mejor en casa que fuera, aun así ha ganado 11 de sus últimos 15 partidos como visitante.
Desde la semana 14 de la temporada 2022, Dak Prescott, ha registrado al menos 250 yardas aéreas en 12 partidos consecutivos en casa de la temporada regular. Con 250 yardas aéreas contra Detroit, empatará a Ben Roethlisberger con 13 entre 2014 y 2016 por la tercera racha más larga de juegos al hilo como local con al menos 250 yardas aéreas en la historia de la NFL. Sólo Drew Brees, con dos rachas separadas de 18 juegos tiene una racha más larga, un motivo más para que el QB mejor pagado de la liga busque brillar.