Supera cifra marcha 8M; este sábado exigieron más de 200 mil mujeres justicia y alto a la violencia de género

Este año el gobierno federal dejó ondeando la bandera a en el Zócalo



Con el grito de “No llegamos todas”, en respuesta a la frase que la presidenta Claudia Sheinbaum ha enarbolado desde su triunfo en 2024 —“No llegué sola, llegamos todas”—, 200 mil de mujeres salieron a las calles este 8 de marzo para exigir justicia para las víctimas de feminicidio, violencia vicaria, violación y cualquier otra forma de agresión en su contra. También estuvieron las madres buscadoras. Ellas fueron las primeras en encabezar la marcha para exigirle al gobierno federal justicia y volteé a ver a las familias.


En la marcha, que, este año fue superada en asistencia,
ya que en el 2024 se tuvo un registro oficial de 180 mil personas, avanzaron juntas tres generaciones: abuelas que en su juventud no tuvieron la oportunidad de alzar la voz, hijas que hoy lo hacen en su nombre y nietos que, para algunos, fue su primera vez, mientras que otros regresaron por segundo año consecutivo, acompañando la lucha por justicia e igualdad.

A diferencia de los dos últimos años de la administración de Andrés Manuel López Obrador, la bandera de México se mantuvo ondeando en el Zócalo y fue testigo, en este 2025, de las demandas de mujeres y familiares de víctimas de violencia, aquellas que ya no regresaron a casa o cuyos casos ni siquiera han sido investigados por las autoridades.


Ante ello, las asistentes advertían, a través de sus pancartas que no era normal que las mujeres tengan por lo menos una historia de abuso en su vida.
Este año, la bandera también se convirtió en un punto de encuentro donde mujeres se congregaron para quemar fotografías y lanzar consignas en contra de sus agresores. Fue testigo mudo de las lágrimas e impotencia por no tener respuesta por parte de las autoridades a sus demandas.


Vestidas con colores morado para conmemorar el día y podían confundirse a lo lejos con las jacarandas que ya comenzaron a florecer desde el Paseo de la Reforma y que se encuentran rumbo al Zócalo capitalino, gritaron, bailaron, lloraron y exigieron lo que no han obtenido, en algunos casos hasta más de 10 años, justicia.


En una Ciudad de México, donde, de acuerdo con el último reporte del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en enero de este año, la capital del país se ubicó en el tercer lugar a nivel nacional en casos de feminicidio, concentrando el 3.7 % de los casos, las principales víctimas fueron mujeres de 18 años o más, mientras que los estados de México, Puebla, Morelos y Tamaulipas comparten el primer lugar al ubicarse con el 37 por ciento de los casos de víctimas de mujeres de feminicidios.


Durante el día, en el Zócalo, se había colocado un templete como cada año donde colectivos y mujeres que así lo quisieran, podían subirse, tomar el micrófono y lanzar un mensaje con la intención de que fuera escuchado en Palacio Nacional, el Antiguo Palacio del Ayuntamiento y en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, sin embargo, antes de que cayera la noche fue retirado, no tuvieron otra opción las manifestantes que utilizar un megáfono para que su voz se pudiera escuchar.


Del otro lado, en las vallas que se colocaron para proteger al Palacio Nacional, el llamado “Bloque negro”, quien durante el día estuvo haciendo pintas a su paso, intentó derribarlas, sin embargo, al no lograrlo comenzaron a lanzar objetos a los elementos policiacos que se encontraban del otro lado en caso de que lograran derrumbarlas.
Entre empujones y objetos lanzados, elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana en respuesta lanzó gas pimienta para persuadirlas. Ellas, comenzaron a retirarse porque los ojos y la garganta comenzaron a irritarse.
En este sentido, las secretarías de Gobierno y de Seguridad Ciudadana capitalinas, rechazaron la versión al asegurar que los extintores que se utilizaron durante el operativo “contienen un polvo químico seco que no es tóxico al contacto con la piel” y que el llenado de estos, que se realizó el pasado 5 de marzo, fue bajo la supervisión de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México.
Para el operativo, que calificaron como “saldo blanco”, participaron 800 mujeres policías de la SSC “que brindaron acompañamiento a distancia a las manifestantes, quienes portaron su equipo de protección personal: casco, escudo y, algunas de ellas, extintores que utilizaron de manera esporádica”.
En cuanto a las atenciones médicas, informaron que durante el recorrido, el Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM), atendió a 73 personas, 66 civiles y 7 elementos de la SSC, por temas menores y fueron atendidas en el sitio.