Los gobiernos progresistas de América Latina enfrentan un momento de reflexión ante el avance de fuerzas conservadoras en la región, lo que obliga, en opinión de Claudia Sheinbaum Pardo, a revisar las causas que explican estos resultados sin desconocer la soberanía de los pueblos ni sus procesos electorales.

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Luego del triunfo electoral del candidato de la ultraderecha en Chile es necesario revisar las condiciones políticas de cada país donde las fuerzas progresistas han visto socavada su fuerza, dijo, sin embargo, la decisión del electorado chileno se expresó de manera democrática y debe respetarse como resultado de la voluntad popular.

Sheinbaum señaló que, en el caso de México, no prevé un escenario similar debido al amplio respaldo social a su administración, el cual atribuyó al cumplimiento de compromisos, a los resultados en reducción de pobreza y desigualdad, así como a la unidad interna de su movimiento político.

Agregó que la cohesión política ha sido un factor determinante para mantener el apoyo ciudadano, al señalar que la falta de unidad en otros países ha derivado en una disminución del respaldo a proyectos progresistas, situación que, dijo, no se presenta actualmente en México.

Reiteró que el análisis del proceso chileno debe centrarse en comprender sus circunstancias internas, al tiempo que reafirmó su visión de que los gobiernos deben conducirse con honestidad, resultados y con la premisa de que el poder público existe para servir al pueblo.