JOSÉ ANDRÉS DÍAZ

Foto: Mexsport

Había sed de venganza americanista y las Águilas la consiguieron. En una nueva edición del Clásico de México, el conjunto azulcrema aplastó 4-0 a Chivas en la cancha del Estadio Azteca.

Una noche mágica para Diego Valdés. El 10 del América está hecho un jugadorazo y lo demostró la noche de este sábado con dos golazos para deleite de todo el americanismo en el país, que disfrutó de una dulce venganza ante el Rebaño Sagrado.

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Y Chivas, simple y llanamente dio pena propia y ajena. El equipo de Veljko Paunovic está lejísimos de su mejor versión, esa precisamente que eliminó al América en la antesala de la final.

El chiverío jugó muy mal todo el partido, con una defensa endeble, que hizo agua en los cuatro goles azulcrema; su medio campo inexistente, partido el equipo del técnico serbio, mientras que en el ataque jamás apareció Alexis Vega ni Roberto Alvarado, futbolistas que hoy por hoy no deberían ser ni titulares en Chivas; mucho menos ser convocados a Selección.

Era aún muy reciente la eliminación del Ave en las semifinales del torneo pasado a manos del Guadalajara, por lo que los americanistas traían la sangre en el ojo y las ganas de tomar revancha, sin importar que fuera en temporada regular.

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Porque un Clásico se sabe y es lugar común que es un juego distinto; pero en honor a la verdad eso es real. No importa cómo ni cuándo, al acérrimo rival se le tiene que ganar siempre o saldar cuentas pendientes a la primera oportunidad que se tenga.

Y así lo entendió América, que salió a comerse desde el primer minuto a un Guadalajara que hoy le dio vergüenza a toda la nación rojiblanca en territorio nacional y más allá de sus fronteras.

La fiesta del América empezó al minuto 20; Brian Rodríguez marcó el 1-0, luego de una descolgada en la que agarraron muy mal parada a la línea defensiva de Chivas.

Julián Quiñones cedió para el uruguayo quien estaba a su izquierda, Brian recortó hacia adentro, se llevó a cuatro marcadores y al quinto le rebotó su disparo que dejó sin oportunidad al arquero Miguel “Wacho” Jiménez.

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Después de la apertura del marcador por parte de Brian, la noche fue toda para Diego Valdés.

Primero, con un golazo de larga distancia al minuto 37′ en el que el arquero Jiménez simplemente se vio superado, porque la pelota se metió pegada al poste y muy angulada.

Y luego, en la parte complementaria al 65′, de nuevo el seleccionado chileno apareció para con otra pintura dentro del área para marcar el 3-0 y su doblete de la noche. Una soberbia definición con pelota colocada al ángulo, y nada qué hacer para el arquero rojiblanco.

El partido estaba resuelto, América se había cobrado con creces el dolor de la semifinal pasada; pero las Águilas olieron la sangre, y no desaprovecharon para encajar el pico a un Rebaño herido, perdido y derrotado.

Alejandro Zendejas entró de cambio en el segundo tiempo, y marcó el 4-0 para el América tras un contragolpe al minuto 80′. Peor aún para estas Chivas minúsculas, porque el méxicoamericano también pasó por sus filas.

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Ya en la parte final del encuentro se marcó una pena máxima sobre Jonathan “Cabecita” Rodríguez, para el 5-0 de las Águilas, pero tras revisión en el VAR, el árbitro central Fernando Guerrero lo echó para atrás.

Así, América cobró venganza sobre Chivas y ya ganó su segundo Clásico del Apertura 2023, tras haber derrotado a Cruz azul y ahora solo le falta Pumas en un par de semanas.

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Por su parte, Guadalajara dio una paupérrima presentación en el juego más importante de la temporada regular, con futbolistas que están muy lejos de su mejor nivel, que no producen, no suman y no dan de sí para un Rebaño que hoy por hoy está muy lejos del equipo que se quedó a nada de ser campeón hace unos meses.