Aracely Martínez / Ovaciones
Foto: Aracely Martínez / Ovaciones

Don Lauro quien es apicultor residente de la alcaldía de Xochimilco, en Ciudad de México, desde hace poco más de 15 años destaca que “encontré mi vocación de servicio, es una actividad muy humilde, pero tan importante porque nos ayuda a conservar esta especie que está en peligro de extinción, ahorita tengo dos colmenas y dan en promedio por temporada unos 10 o 15 litros por cada una y el litro lo vendemos en 250 pesos”.

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Explica que el cuidado que deben tenerle a las abejas para que estén sanas es que no tengan ninguna enfermedad, que estén bien alimentadas, eliminar insectos nocivos que les pueden perjudicar, pero también “hago un llamado a la población a que no las elimine, si llegan a ver un enjambre, no las ataques no eliminen esas abejas nada más van de paso, se detuvieron ahí para descansar hasta 24 horas y emprenden el vuelo”.

Elizabeth Basilio, Médico Veterinario responsable en abejas, menciona que tienen colonias nodrizas que siempre están fuertes y por ejemplo, cuando llegan solo abejitas que no tienen panales, les donan un poco de miel con polen entonces para asegurar que se queden.

“Las que están a la defensiva no producen tanta miel y tienen un cierto grado de africanas, entonces lo que queremos es cambiarlas por razas europeas, que son más tranquilas y producen más miel”.

Ambos coicidieron “conozcan la vida de un apicultor para que conozcan cómo está organizada una colmena, cómo vive una abeja.

Tratemos de imitarlas porque son unos seres maravillosos y muy trabajadores, más que algunos seres humanos”.