GERSON HERNÁNDEZ MECALCO
El 23 de marzo de 1994 fue asesinado el candidato del PRI a la Presidencia Luis Donaldo Colosio. En dos semanas se cumplirán 29 años, y existe la teoría de que este magnicidio dividió al grupo en el poder político e impidió la continuidad del proyecto del presidente Carlos Salinas de Gortari (Raymundo Riva Palacio, Colosio. Crónica del fracaso de un proyecto transexenal). A casi tres décadas y más allá de las conclusiones de la investigación ¿Qué publicaron algunos periódicos al siguiente día?
De acuerdo con una construcción histórica de alumnos de la FCPyS UNAM se halló en la Hemeroteca Nacional lo siguiente (Guadalupe Altamirano, Paolo Montante, Fernanda Ramírez, Amayrami Toxqui y Erik Varela): En todos los medios se mostró la imagen sin censura del cuerpo del candidato priísta, siendo arrastrado o cargado a causa de los disparos. En Reforma las ocho columnas: “Asesinan a Colosio”. En El Universal: “Asesinan en Tijuana, de dos disparos, a Luis Donaldo Colosio”, en notas de la tapa: “Recibió en cabeza y abdomen los impactos, el homicida detenido”. Se agrega, el “Presidente Salinas declaró que habrá una investigación a fondo”.
En Excélsior: “Pereció en un atentado a tiros Luis Donaldo Colosio”. Líneas abajo se explicó que un hombre se acercó con pistola en mano, entre a la multitud, se llevó la mano derecha a la cabeza y cayó, y todo fue confusión. Además de que “detuvieron a Mario Aburto Martínez, presunto asesino”. Desafortunadamente de nada sirvió que el sonorense fuera trasladado en una ambulancia al hospital, ya que a pesar de que los médicos pidieron varios donadores de sangre, el candidato falleció.
El semanario Proceso publicó en portada un fondo rojo con letras en blanco: “El asesinato de Colosio descompone al país. Ante la sustitución, priístas distinguidos presionan al presidente. Ruidos de guerra en Chiapas”. En los interiores una entrevista con el subcomandante Marcos y la clásica fotografía del enmascarado fumando su pipa. La cabeza decía: “El asesinato de Colosio, un ajuste de cuentas interno, una provocación para el endurecimiento: Marcos”. Y desde San Miguel Chiapas, declaró apocalípticamente: “Se están abriendo las puertas de la guerra civil”. Por fortuna no fue así.
Días después Ernesto Zedillo Ponce de León fue designado como candidato a la Presidencia y meses después tomaría protesta como primer mandatario. Asimismo, muchos periódicos obtuvieron ingresos por las esquelas pagadas por Diodoro Carrasco, gobernador de Oaxaca; CONACULTA; Radio Red; Emilio Lozoya Thalmann; Pedro Aspe; Serfin, Rubén Figueroa, gobernador de Guerrero; Vitro; Grupo Elektra; TV Azteca; la Federación Mexicana de Futbol y hasta Carlos Salinas.
Días después del crimen, el periodista Pascal Beltrán del Río obtuvo una declaración de Porfirio Muñoz Ledo, que generaría “sospechosísmo”: “Colosio dejo de ser útil al sistema; el crimen, de origen oligárquico”. Además, para la periodista Anne Marie Mergier “la foto de Colosio en el suelo, desangrándose, (apareció) en la primera plana de periódicos de toda Europa”. Esa fotografía es de Robert Gauthier del San Diego Union y en sus palabras: “No soy insensible. Tomar una fotografía de esta magnitud lleva el riesgo de que la gente piense que uno es ajeno a los acontecimientos de otro país. Cuando vi lo que pasaba, solo pensé en tomar la fotografía porque formaría parte de un momento histórico no solamente de México, sino del mundo entero”. Y así es, una fotografía y periodismo como herramientas de la construcción histórica de México en el mundo.
Comunicólogo político, académico de la FCPyS UNAM y Maestro en Periodismo Político @gersonmecalco
