César Martínez
El tiempo que ha transcurrido desde la eliminación mexicana de la Copa del Mundo Qatar 2002.
El plazo estipulado por las autoridades de nuestro futbol para dar alguna explicación, pero sobre todo un diagnóstico de lo que sucedió durante un proceso que terminó de manera prematura en el torneo máximo en el que se compite, pero sobre todo dejando muy malas sensaciones.
Tiempo que se convertirá en asunto de anécdota si es que a partir de este día se anuncia una restructuración de las formas en las que se busca en este país ser competitivo en el futbol.
Medidas que incluyan nombres y apellidos, impopulares o no y sirvan para el inicio de algo muy distinto a lo que se ha aplicado en los dos más recientes procesos mundialistas que nos han dejado legado, cero.
Pero si la reunión de Toluca termina con “mas, de lo mismo”, estos “dichosos” 60 días serán solo tiempo desperdiciado en lamentos y conjeturas.
COPA AMÉRICA “FOREVER”
Aprovechar que no tienen desperdicio los anuncios sobre el intercambio deportivo que habrá en años próximos entre Concacaf y Conmebol, con la Copa América 2024 como la joya de la corona.
Alianzas que tienen que ver con lo económico, la búsqueda del dólar americano y lo político, el apoyo en bloque para la candidatura sudamericana para organizar la Copa del mundo de 2030.
Lo que el dinero ha unido, que no lo desunan otros temas. Que lleguen para quedarse esas competencias que tanto bien nos pueden hacer, siempre y cuando nos pillen en medio de la restructuración platicada, líneas arriba.
LOS MISERABLES
Mazatlán perdió a su entrenador tras el “papelon” hecho frente al América el pasado sábado. Xolos podría hacer lo
mismo, tomando en cuenta la racha de juegos sin ganar que tiene el equipo. Juárez con estadísticas similares pudiese determinar algo así. No se diga Querétaro.
El asunto es que pasa el tiempo y los señalados siguen siendo los mismos. Las brechas entre los equipos se han ensanchado y aunque mucho tienen que ver los presupuestos, también cuentan las intenciones y decisiones.
En todos los casos, existe una solidez económica suficiente para un armado más digno de los planteles, pero por alguna razón, temporada a temporada se quedan muy cortos.
Está por anunciarse la posibilidad de ascenso y eso es una buena noticia, pero, los señalados y alguno más que se me escape, pueden seguir viviendo en la miseria deportiva otro rato, sin una consecuencia mayor al de una multa.
DURO RECORRIDO
Cuando un equipo con cierta ambición y prestigio se vuelva a quejar de exceso de actividad por la cantidad de partidos que tiene enfrente por disputar, habrá que mostrarle el calendario de competencias del Real Madrid en los próximos dos meses.
En menor medida, pero por ahí cerca, el del PSG.
Ambos clubes con la misma obligación de ganar todos sus compromisos.
Grandeza obliga, dice el refrán.
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